Introducción
"Crear una pequeña flor es una tarea de siglos"
William Blake
La labor de un escritor o de una escritora es ansiar escribir la historia más preciosa jamás contada. La labor de un escritor o de una escritora, sin distinción de la era que le tocó vivir, es trabajar con esas pistolas cargadas -las palabras y la imaginación- e intentar escribir la historia más bella del mundo. ¿Por qué hablamos de generaciones entonces?
Porque la realidad en que nos toca vivir cambia. Y como escritor de ficciones somos mundanos, socialmente contaminados y por lo tanto hay que trabajar la materia de lo imaginario a partir de esa realidad. "El hombre parte del hecho de que hubo mucho tiempo sin novela pero nunca una novela sin tiempo." (Carlos Fuentes). Esas diferencias contextuales, el mundo social e histórico, establecen, no puede ser de otro modo, las distintas formas y sentidos de la literatura.
Y nuestra realidad, la de los escritores o escritoras que nacimos entre los años 1950 y 1964, está muy delimitada en sus orígenes. En esa época primordial, hace ya más de 33 años, un general dirigió primero una guerra con tanques, aviones y miles de soldados a un palacio de gobierno que era defendido por un pedíatra que, hace ya más de 33 años, llevaba la cinta presidencial, un casco, y estaba armado con una vieja metralleta.
Lo que vino después fue el asfixiante dominio de la Secta de los Assasin, creación de una mente delirante. Por las noches la urbe mostraba sus épocas viles de bajeza, se desplazan por Santiago, en varios autos dejando una nube de terror, la secta de los Assasin, cuyas sonrisas los hace parecer mitad bestias y mitad humanos, vienen de torturar y violar a mujeres; entran a un boliche del centro de Santiago; obligan al tabernero a cerrarlo; dejan sus metralletas en una esquina; y beben y comen, riéndose de las víctimas, en un atmósfera densa de humo y cargado de pesados olores. Otro culto homicida surgió en las entrañas del fanatismo: la Secta de los Matanceros, cuya función era eliminar a los testigos. Los ataban a rieles de trenes y los lanzaban al mar, supuestamente para que no hablaran nunca más. Su cita preferida era: "Ahorra tus gritos, que nadie te oirá"
Para que Los Assasin actuaran, para que estos actuaran sin errores, se declaró el Estado de Guerra. Llegaron a tener tal influencia que otras Sectas, que al comienzo veían a los Assasin como simples funcionarios, llegaron a temerles. Es que su principal carácter era la ofuscación. La Secta de Los Comunicadores, por ejemplo, mutaron el lenguaje y, desde entonces, donde decía opositor, escribieron "terrorista", donde decía defensor de derechos humanos decían "tontos útiles". Ellos también sabían que el lenguaje no era inocente y que el lenguaje también es responsable. Según la leyenda, los Assasin y los Matanceros hicieron desaparecer a tres mil personas. Un informe de expertos encuentra el testimonio de 35 mil personas que pasaron por sus torturas. Aunque ha pasado ya su época, se dice que aún hay lugares donde, si uno se detiene un tiempo, puede oír quejidos y llantos. Por algunas razones nebulosas, los martirizados preferidos eran jóvenes, incluido niños y niñas.
A algunos de esos jóvenes se les ocurrió, en esas condiciones, escribir, muchas veces sin poder publicar lo que escribían y con el mundo editorial sometido a censura previa. Es la generación de los Escritores y Escritoras de la época de la Guerra que, nacidos entre los años 1950 y 1964, tenían entre 9 y 23 años al golpe militar de 1973.
Un porcentaje importante de ellos (entre un veinte o un treinta por ciento) se exiliaron o auto exiliaron. Varios de ellos estuvieron en la cárcel.
El joven literato se vio a menudo impulsado -por convicción, por generosidad, por coraje, por tantos otros motivos- a poner su acción en las premuras del momento y a luchar contra la Secta de los Assasin y defender la libertad.
No era fácil, pero hubo valor y coraje. Se ha forjado un carácter moral que la sociedad necesitaba.
Pero nada nos hará perder una cierta lucidez analítica. Uno no escribe, necesariamente, mejor o peor, por haber sido contrario a los Assasin, esa autoridad moral no lo convierte a uno en una autoridad literaria ni es garantía de excelencia literaria. Las obras cumbres son resultado, más que del contexto, de una síntesis superior y verdadera, una aventurada combinatoria de talento, de prudencia y de sabiduría.No se ha demostrado aún, hasta donde yo sé, que la libertad o la represión sean traba o estímulo, para la creación literaria. Nadie se convierte en un gran escritor por el simple hecho de estar en contra de un régimen de asesinos. El arte y la moral tienen una necesaria autonomía, sin una clara relación directa y simplista. Hay una conjugación, una conjugación entre el escritor y sus circunstancias, que no es unilateral ni vulgar.
Los resultados de la narrativa chilena deben medirse por su arte, por su belleza. No por efectos cívicos, propagandísticos, utilitarios o pedagógicos. Y los resultados del arte narrativo son hasta ahora -no puede ser de otro modo- desiguales y de algún modo circunscritos.
Estoy haciendo una afirmación cualitativa, hay que leer las novelas. No hablo de las novelas que más han vendido o que han tenido mejor crítica, hablo de toda la narrativa escrita por mi generación. Pues aquí existe otra trampa, que yo no quiero caer, hay libros que apenas han sido conocidos por el público y la crítica. No es problema mío. No es un problema de los escritores. No es problema mío ni de los escritores que el mercado actúe como actúe y que los medios sean selectivos a la hora de levantar u obviar a un escritor o a una escritora. No es problema de un escritor el comercio o la autosatisfacción facilista. A los escritores y escritoras debemos juzgarlos por su libros y por sus pretensiones, jamás por la cantidad de público o la cantidad de prensa. El escritor debe ser fiel a su vocación independiente.
Permítanme ser exigente y autocrítico. Hay logros reveladores a nivel de la novela, aunque circunscritos, y dentro de los primeros habría que nombrar a Roberto Bolaño. De esa manera, el exilio, esa realidad chilena, cobró su precio. Ha ocurrido que los escritores y escritoras de esta generación han caminado por vías diversas y disímiles. Hablar de temáticas o estilos centrales sería un error analítico inexcusable. Establecer una normalización sería atropellar una notable y saludable amplitud. De algún modo, cada escritor busca su camino, su propia voz. O dicho de otro modo: lo que nos une es la variedad. Aunque todavía existen los normalizadores de uno u otro signo, la realidad es más desordenada y dispersa, y no hay otra cosa que leer y degustar, afinar el paladar y así diferenciar las buenas novelas de las menos buenas. Las novelas de esta generación soportan una variedad de estilos, temáticas, géneros y niveles de lenguaje. La pasión por lo lúdico y lo paródico, la disolución irónica de la solemnidad, el humor, la incorporación de íconos de la cultura de masas junto a elementos de la llamada alta cultura, la presencia profusa de lo metaficcional. Testimonios de la variedad y de la fragmentación de la sociedad actual es la prosa antidiscursiva, desestructurada de modelos y certezas narrativas, que mezcla materiales estéticos y entrecruza inesperados planos de significación.
Asimismo, esta generación busca también, por primera vez de modo sistemático, establecer lo que antes se llamaba literatura de género: literatura policial, feminista, erótica, cibernética o del folletín. Esto que antes era considerado para-literatura por los normalizadores o defensores de una literatura central, ha entregado durante los últimos años buenas novelas. Y es, además, un intento positivo de encontrarse con el público, contando una buena historia, evitando la camisa de fuerza de escribir sólo para una eventual crítica académica.
Así también se ha redescubierto, casi de modo sistemático, la fuerza de la novela histórica para contar o desmistificar la historia. Varios escritores hacen el trabajo de imaginar la construcción histórica, interpelando, a la vez, estos narradores, a los historiadores profesionales. Es más incitante leer la novela de Juanita Gallardo sobre Balmaceda, que leer un libro de historia sobre Balmaceda. De ese modo se hace relativo el abismo entre novelistas e historiadores, poniendo en cuestión a la ciencia histórica, o más bien, a cierto tipo de ciencia histórica. Estas novelas están evidenciando el aserto del profesor Jorge Peña Vial de que la ficción y la historia, desde el punto de vista formal y en sus estructuras, tienen un desarrollo muy semejante y están más emparentadas de lo que suele admitirse.
Y esto se conecta a la vez con algo muy extendido en la narrativa de esta generación, esto es, la cercanía o la tendencia a la disolución o evaporación de los contornos entre la ficción y la realidad, en el coqueteo con el testimonio. La narrativa, en este aspecto, se ha hecho más volátil y más irresoluta.
Pero la narrativa no son sólo novelas. Están los cuentos. Hay grandes cuentistas en mi generación. Y se podría afirmar, sin temor a equivocarse, que uno de los aportes principales de mi generación la han hecho los cuentistas. El cuento Danubio Pardo de Jaime Collyer, Los Pájaros de la Catedral de Uppsala de Jorge Calvo, Los favores concedidos de Lilian Elphick, Muertes de Pía Barros, Senzini de Roberto Bolaño, Matar al marido es la consigna de Sonia González, Ulises Mardones de Sergio Gómez, A la lumbre de la ciudad oncena de Roberto Rivera, Que buena voz se perdió para el tango de Ramón Díaz Eterovic, Déjalo ser de Diego Muñoz, Pelando a Rocío de Alberto Fuguet, Pequeña novela gótica de Marco Antonio de la Parra, Color Arena de Carolina Rivas, Yo nunca fui a Tijuana de Mauricio Electorat, entre otros muchos, son cuentos de gran estilo y profundidad, seguros y sensibles, que están a la par de los grandes cuentistas latinoamericanos (Quiroga, Borges, Cortázar).
El futuro de esta generación es un desafío. Dice Augusto Roa Bastos que el hombre es como un río. "Tiene barranca y orilla. Nace y desemboca en otros ríos. Alguna utilidad debe prestar. Mal río es el que muere en un estero..." (Hijo del Hombre). Es decir, nosotros los escritores y escritoras de esta Guerra nunca buscada, no tenemos evasivas para asumir con coraje, humildad y alegría el compromiso de nuestra pasión. La única obligación real de un escritor es ser fiel a su escritura. Aceptar la soledad del papel, escribir y luego sentirnos más claros y más livianos y luego sorprendernos por la cantidad de tiempo que le hemos dedicado a un libro. Nuestra generación aún no se despliega, la mayoría son cuarentones, tienen quince o veinte años aún de expansión y, estoy seguro, esta generación producirá sus mejores obras. Aunque, ya está dicho, nadie sabe la cantidad de tiempo que necesita el hombre errante para encontrarse a sí mismo. Este es un aspecto de cantidad y de esfuerzo. Déjenme decirlo con un chiste que le gustaba citar a Borges: 'Si diez mil monos se ponen a escribir en diez mil máquinas de escribir durante mil años es inevitable que surja de pronto la Divina Comedia.'
De eso se trata. Desear escribir la historia más hermosa del mundo, esa es la obsesión de cualquier escritor, como si uno fuera un testigo de un misterio humano, para que susciten los sueños del hombre, sus anhelos y sus abismos.
Inicialmente, varios de los artículos de este libro se publicaron en el Utopista Pragmático, dirigida por Eduardo Yentzen, que circuló como suplemento dominical del diario La Nación.Esos artículos, que han transitado también en el ciberespacio, principalmente en la página Proyecto Patrimonio que dirige Luis Martínez S., se han ampliado ahora, manteniendo su visión panorámica y periodística, algo cáustica, sobre los márgenes de la generación de narradores de los ochenta. He agregado entrevistas; críticas realizadas en medios extranjeros, y una visión ensayística inicial. También se agrega un listado bibliográfico, el más completo realizado hasta ahora, sobre los narradores y narradoras nacidas entre 1950 y 1964 y que han publicado libros de cuentos o novela.
Inicialmente, varios de los artículos de este libro se publicaron en el Utopista Pragmático, dirigida por Eduardo Yentzen, que circuló como suplemento dominical del diario La Nación.Esos artículos, que han transitado también en el ciberespacio, principalmente en la página Proyecto Patrimonio que dirige Luis Martínez S., se han ampliado ahora, manteniendo su visión panorámica y periodística, algo cáustica, sobre los márgenes de la generación de narradores de los ochenta. He agregado entrevistas; críticas realizadas en medios extranjeros, y una visión ensayística inicial. También se agrega un listado bibliográfico, el más completo realizado hasta ahora, sobre los narradores y narradoras nacidas entre 1950 y 1964 y que han publicado libros de cuentos o novela.
Agosin, Marjori (1955)
Sagrada memoria (novela, Cuarto Propio,1994)
La Felicidad (cuentos, Cuarto Propio, 1991)
Las alfareras (cuentos, Cuarto Propio, 1994)
El gesto de la ausencia (cuentos, Cuarto Propio, 1999)
Alvarez Riquelme, Mario (1951)
El sendero de las candelillas (cuentos, Autoedición, 1988)
La vereda del horizonte (cuentos, Autoedición, 1990)
Ampuero Roberto (1953)
Boleros en La Habana (novela, Planeta, 1994)
¿Quién mató a Cristián Kusterman? (novela, Planeta, 1995)
El alemán de Atacama (novela, Planeta, 1995)
El hombre golondrina (cuentos, Planeta, 1998)
La guerra de los duraznos (novela, Andrés Bello, 2000)
Nuestros años de verde olivo (novela, Planeta, 1999)
Cita en el azul profundo (novela, Planeta, 2001)
Los Amantes de Estocolmo (novela, Planeta, 2003)
Pasiones griegas (novela, Planeta, 2006)
Andrade Dobson, Alexis (1953)
La última hora del último día (cuentos, Atelí Ltda., 1994)
Angelcos, Gregorio (1951)
Cuentos para pensar que la esperanza es una verdad (cuentos, Crisol Ediciones,1989)
Dios necesita un siquiatra (cuentos, Ediciones Documentas, 1994) La vida es un pasadizo luminoso donde el hombre es una idea (Novela, Documentas, 1997)
El abuelo que comía mariposas (cuentos, Documentas, 2004)
Arcos Levi, René (1964)
Cuento Aparte (cuentos, Planeta, 1994)
Después de todo (novela, Planeta, 2001)
Arenas, Desiderio (1950)
La playa de los alacranes (novela, Planeta,1993)
Lo que Bob Dylan se llevó (novela, Planeta, 2000)
Atria, Rodrigo (1952)
Siete cuentos (cuentos, Juventud, 1978)
La Despedida (novela, 1982)
La Hija del Mercader de Venecia (novela, Planeta-Chile, 1995)
Coplas de Sangre (novela, Planeta-Argentina, 1999)
La fácil hermosura del olvido (cuentos, Lom, 2005)
Avello Gaete, David (1957)
Incidente en el Bío-Bío (novela, Autoedición, 1988)
Cuentos para no morir (cuentos, Autoedición, 1988)
Natalia, mi amor (novela, Autoedición. 1991)
Azócar, Pablo (1959)
Aunque tal vez haya cuchillos (cuentos, Araucaria, 1984)
El crimen de escribir (cuentos, Planeta, 1998)
Natalia (novela, Cuarto Propio, 2000)
El señor que aparece de espaldas (novela, Alfaguara, 1997)
Vivir no es nada raro (cuentos, Aguilar, 1998)
Banic, Mario (1950)
Conceptualimcidad y otros cuentos (cuentos, Ovalle, 1985)
Ovalle: nueve cuentos (cuentos, Del Norte, 1993)
Cuentos de Limarí (cuentos, Caburga, 1996)
Luna negra (cuentos, Mosquito, 1998)
Barrios, Hernán (1951)
Lamded immigrant (Cuentos, Documentas, 1990)
El país imaginario (Novela, Altazor, 1995)
Barros, Pía (1956)
Miedos Transitorios (cuentos, Ergo Sum, 1985)
A Horcajadas (cuentos, Mosquito, 1990)
El Tono Menor del Deseo (novela, Cuarto Propio, 1991)
Signos Bajo la Piel (cuentos, Grijalbo, 1994)
Los que sobran (cuentos, Asterión, 2002)
Bizama, Ximena (Santiago, 1953)
A través de estos ojos (cuentos, Mosquito, 1990)
Briceño, Eduardo (1950)
El burrero (Cuentos, Obsidiana, 1984)
Bolaño, Roberto (1953-2003)
Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, (novela, Anthropos, 1984) en colaboración con Antoni García Porta.
La pista de hielo (novela, Planeta, 1993)
La senda de los elefantes (novela, Ayuntamiento de Toledo, 1994)
La literatura nazi en España (novela, Seix Barral, 1996)
Estrella distante (novela, Anagrama. 1996)
Llamadas telefónicas (cuentos, Anagrama, 1996)
Los detectives salvaje (novela, Anagrama, 1998)
Amuleto (Novela, Anagrama, 1999)
Monsieur Pain (novela, Anagrama, 1999)
Nocturno de Chile (novela, Anagrama. 2000)
Putas asesinas (cuentos, Anagrama, 2001)
Amberes (novela. Anagrama, 2002)
Una novelita lumpen (novela, Mondadori, 2002)
El gaucho insufrible (cuentos, Anagrama, 2003)
2666 (novela , Anagrama, 2004)
El secreto del mal (cuentos, Anagrama, 2007)
Bonnefoy, Michelle (1956)
Una máquina para Chile (novela, Pehuén, 1986)
Siete días simplemente un papel y un muerto (novela, Ornitorrinco, 1988)
El desgano de un hombre ocupado (novela, LOM, 1988)
Vienen del miedo (novela, LOM, 2000)
Imágenes Letales (novela, LOM, 2004)
Bórquez, Víctor (1960)
Trofeos de caza (cuentos, 1985)
Ritos Nocturnos (cuentos, 1986)
Primeros juegos (novela, 1988)
Relatos de Sueño y luna (cuentos, 1997)
Fiesta de hombres solos (novela, 2000)
Desde la ternura (cuentos, 2002)
Función de trasnoche (novela, 2005)
Brito, Eugenia (1950)
Con todo respeto (cuentos, La Trastienda, 2004)
Brodsky, Roberto (1957)
El peor de los héroes (novela, Aguilar, 1999)
Ultimos días de la historia (novela, Ediciones B, Grupo Zeta, 2001)
Calderón, Teresa (1955)
Vida de perras (cuentos, Alfaguara, 2000)
Aventuras de Súper Inti (cuentos, 2000)
Analfabruja (cuentos, 2000)
El tesoro de la bruma (cuentos, 2001)
Esa mañana llovía a cántaros azules, (cuentos, 2001)
Amiga mía (novela, Alfaguara, 2003)
Caldés, Gabriel (1953)
Trompas de Falopio (novela, Foro Nórdico, 2002) en colaboración con Omar Pérez Santiago
Calvo, Jorge (1952)
No queda tiempo (cuentos, Sin fronteras, 1985)
La partida (novela, Mosquito, 1991)
Fin de la Inocencia (cuentos, Foro Nórdico, 2003)
El emisario secreto (cuentos, Foro Nórdico, 2004)
Carvajal, Yair (1951)
El fisfiri detrás de los cristales azules (novela, Fondo Editorial I. Municipalidad de Coquimbo, 2003)
Dos menos dos y otros (cuentos, SECH La Serena, 1988)
Casas, Francisco
Yo, Yegua (novela, Planeta, 2004)
Castillo Roberto (1957)
Muriendo por la dulce patria (novela, Planeta, 1998)
Chambeaux, Juan (1950)
Quintaesencia (cuentos, Artecien, 1992)
El circo, el loco y lo demás (novela, 2001)
Cohen, Gregory (1953)
Los blues del orate (Stgo., 1986)
El mercenario ad honores (novela, Arte Cien, 1991)
El vacío histórico (novela)
Collyer, Jaime (1955)
Hacia el Nuevo Mundo (novela, Urbión, 1985)
Los años perdidos (cuentos, Almarabú, 1986)
El Infiltrado (novela, Mondadori, 1989)
Gente al Acecho (cuentos, Planeta, 1992)
Cien pájaros volando (novela, Planeta, 1995)
La Bestia en Casa (cuentos, Alfaguara, 1998)
El habitante del cielo (novela, Seix Barral, 2002)
Cuentos Privados (cuentos, Planeta, 2003)
Contreras, Gonzalo (1958)
La Danza Ejecutada (cuentos, Paralelo, 1986)
La Ciudad Anterior (novela, Planeta, 1991)
El gran mal (novela, Aguilar, 1998)
Los indicados (cuentos, Sudamericana, 2000)
El nadador (novela, Sudamericana, 2001)
La ley natural (novela, Sudamericana, 2004)
La voz del amo (cuentos, Seix Barral, 2005)
Correa, Eduardo (1953)
Valparaíso: la perla del barrio chino (novela, Gobierno Regional de Valparaíso, 2001)
La desmesura de la calma (cuentos, Altazor, 1999)
Cuadros, Ricardo (1955)
Orientación de Celva (novela, Aleda, 1993)
Constelación del monte (novela, RIL, 1996)
El fotógrafo belga (novela, Ril, 2006)
de la Parra, Marco Antonio (1952)
El deseo de toda ciudadana (novela, Ornitorrinco, 1984)
Sueños eróticos /amores imposibles (cuentos, Ornitorrinco,1986)
La guerra santa de Santiago de Chile (novela, Planeta, 1989)
Cuerpos prohibidos (novela, Planeta, 1991)
La Pérdida del tiempo (novela, Planeta, 1994)
Grandes éxitos: (y otros fracasos) (cuentos, Planeta, 1996)
Novelas enanas (cuentos, Alfaguara, 2000)
El año de la ballena (novela juvenil, Aguilar, 2001)
El cuaderno de Mayra (novela, Aguilar, 2003)
Díaz Bustamante, Jorge (1959)
Ellos no lo saben (cuentos, Imprenta Atelí Ltda., 1992)
Díaz Cid, César (1961)
En la rama del cerezo (cuentos, Kultrun, 1988)
Díaz Eterovic, Ramón (1956)
Cualquier día (cuentos, Plastigraf, 1981)
Obsesión de Año Nuevo (cuentos, Gota Pura, 1982)
Atrás sin golpe (cuentos, Gota Pura, 1985)
Ese viejo cuento de amar (cuentos, Mosquito, 1990)
La ciudad está triste (novela, Sinfronteras, 1987)
Solo en la Oscuridad ( novela, LOM, 2003)
Nadie sabe más que los muertos (novela, Planeta, 1993)
Nunca enamores a un forastero (novela, Caligrafía azul, 1999)
Angeles y Solitarios (novela, Planeta, 1995)
Correr tras el viento (novela, Planeta, 1997)
Los siete hijos de Simenon (novela, LOM, 2000)
El ojo del alma (novela, LOM, 2001)
El hombre que pregunta (novela; LOM, 2002)
El color de la piel (novela, LOM, 2003)
A la sombra del dinero (novela, Lom, 2005)
Electorat, Mauricio (1960)
El paraíso tres veces al día (novela, Planeta, 1995)
Nunca fui a Tijuana y otros relatos (cuentos, Cuarto Propio, 2000)
La Burla del tiempo (novela, Planeta, 2004)
Elordi, Santiago (1959)
Cambio y fuera (cuentos, Hachette, 1992)
La caravana (novela, Dolmen, 1995)
Babieca (novela, L'Harmattan, 2002)
Carta a Dios desde un prostíbulo (novela, Norma, 2004)
Elphick, Lilian (1959)
La última canción de Maggie Alcázar (cuentos, Mosquito, 1990)
El otro afuera (Cuentos, Cuarto Propio, 2002)
Fernandez, Pataglia
La nueva construcción (cuentos, Trombo Azul, 1988)
Fontaine Talavera, Arturo (1952)
Oír Su Voz (novela, Planeta, 1992)
Cuando éramos Inmortales (novela, Alfaguara, 1998)
Franz, Carlos (1959)
El lugar donde estuvo el paraíso (novela, Planeta, 1997)
Santiago cero (novela, Nuevo extremo, 1989)
El desierto (novela, Mondadori, 2005)
Almuerzo de vampiros (novela, Alfaguara, 2007)
Fuguet, Alberto (1964)
Sobredosis (cuentos, Planeta, 1990)
Mala Onda (novela, Planeta, 1991)
Por Favor Rebobinar (novela, Planeta, 1994)
Tinta Roja (novela, Alfaguara, 1996)
Las películas de mi vida (novela, Harper Collins, 2003)
Cortos (cuentos, Alfaguara, 2004)
Gaggero, Leonardo (1962)
Elei (novela, Van-Norte, 1980)
Gallardo, Juana (1952)
Balmaceda: sus últimos días (novela, Cesoc, 1991)
Déjame que te cuente (novela, Planeta, 1997)
Herencia de fuego (Novela, Planeta, 2003)
Gil, Antonio (1954)
Hijo de mí (novela, Los Andes, 1992)
Cosa mentale (novela, Los Andes, 1995)
Mezquina memoria (novela, Cuarto Propio, 1997)
Las playas del otro mundo (novela, Seix Barral, 2005)
Gómez, Sergio (1962)
Adiós, Carlos Marx, nos vemos en el cielo (novela, Planeta, 1992)
Vidas ejemplares (novela, Planeta, 1994)
Partes del cuerpo que no se tocan (cuentos, Planeta, 1997)
El labio inferior (novela, Planeta, 1998)
Quique hache: detective (novela, Aguilar, 1999)
Buenas noches a todos (cuentos, Lengua de trapo, 2001)
Quique hache, el caballo fantasma (novela, Aguilar, 2001)
Cuarto A (novela, Norma, 2000)
La obra literaria de Mario Valdini (novela, Lengua de trapo, 2001)
Patagonia (novela, Seix Barral, 2005)
González, Sonia (1958)
Tejer historias (cuentos, Ergo Sum, 1986)
Matar al marido es la consigna (cuentos, Planeta, 1993)
El sueño de mi padre (novela, Planeta, 1997)
La imperfecta Desconocida (novela, Planeta, 2001)
La preciosa vida que soñamos (novela, Lom, 2007)
Griffero, Ramón (1954)
Soy de la Plaza Italia (cuentos, Los Andes, 1992)
Guadiana, Christian (1951)
Bajo cielo sin estrellas (cuentos, Mosquito, 1991)
Guelfenbein, Carla (1959)
El revés del alma (novela, Aguilar, 2004)
La mujer de mi vida (novela, Alfaguara, 2006)
Harris, Tomás (1956)
Historia personal del miedo (cuentos, Planeta, 1994)
Henríquez, Roberto (1958)
Contra la ternura (novela, Movimiento Falso, 1989)
Lo que usted no se imagina (novela, RIL, 1992)
Hojman, Eugenio (1952)
Epitafio para un hombre presunto (novela, 1987)
Iturra, Carlos (1956)
Otros Cuentos (cuentos, 1988)
Paisaje masculino (cuentos, Sudamericana, 1998)
Por arte de magia (novela, Caos, 1995)
Pretérito Presente (cuentos, Catalonia, 2004)
Jaque, Claudio (1954)
Un caso banal y otros cuentos (cuentos, Minga, 1984)
Esos pequeños equilibrios (Bruguera, 1985)
Amistades de hoy (Almarabú, 1986)
El ruido del tiempo (Galisnot, 1987)
Para llegar a Baden-Baden (novela, Planeta, 1990)
Puerta de escape (novela, Galinost, 1990)
Jara, Pedro G. (1957)
Disparos sobre Valdivia (cuentos)
O'Hara, investigador privado (novela, Kultrún, 1997)
Para murales (cuentos, Kultrun, 1988)
Plaza de la República (cuentos, Kultrun, 1990)
Relatos in blue (cuentos, SEREMI Educación, Los Lagos, 2002)
Jara V, Nelson
El lado oscuro de la noche (novela, Anibal Pinto, 1990)
Jans, Sebastían (1953)
Festín de perros (Cuentos, Autoedición. 1990)
Langer-Moreno Ernesto (1956)
El hombrecillo de los cuentos (cuentos, LOM, 1996)
Lemebel, Pedro
Los incontables (cuentos, 1987)
Tengo miedo torero (novela, Seix Barral, 2001)
Magnet, Alberto (1953)
Una muerte muy complicada (novela, Cuarto Propio, 2003)
Marchant L., Jorge (1950)
La Beatriz Ovalle (novela, Orión, 1977)
La noche que nunca ha gestado el día (novela, Cerro Santa Lucia, 1982)
Matan a la dama de las camelias
Sangre como la mía (novela, Alfaguara, 2006)
Marchant, Reinaldo (1957)
En el bosque, un ángel y demonio (novela, Mar del Plata, 1988)
El abuelo (novela, Andrés Bello, 1989)
Priapina (cuentos, Crisol, 1990)
Alquitrán y los gorriones (novela, Mosquito, 1990)
Varona en el jardín (novela, Yénexi, 1990)
Narraciones Maravillosas ( Nowadays,1992)
Imaginaciones (RIL, 1993)
El hombre de la mano seca (novela, RIL, 1992)
Una ave de prodigiosos colores (novela, RIL, 1993)
La Patria Golondrina (novela, RIL, 2003)
La alegría del pueblo (cuentos, Bravo y Allende, 2004)
Marras, Sergio (1950)
Por qué lloran los hombres (novela, Cuarto propio, 2003)
Matamala, Tito (1963)
Yo la amaba, pero eso no era lo más ridículo (cuentos, Univ. de Concepción, 1993.)
De cómo llegué a trabajar para Carlos Cardoen (novela, Grijalbo, 1996)
Historias del bar La Trivia (cuentos, Dolmen, 2002)
Hoy recuerdo la tarde en que le vendí mi alma al diablo: (era miércoles y llovía elefantes) (novela, Mondadori, 1995)
Manual del buen bebedor (cuentos, Planeta, 1999)
Dos novelas breves. (Cuarto propio, 2003)
Diccionario del buen bebedor (Planeta, 2005)
Pubis y otras Obsesiones. (Catalonia, 2006)
Mellado, Marcelo (1955)
El huidor (la novela del arte) (novela, Ojo de buey, 1992)
El objetor (cuentos, Cuarto Propio, 1998)
La provincia (novela, Sudamericana, 2001)
Informe Tapia (novela, Calabaza del diablo, 2005)
Mihovilovich, Juan (1951)
La última condena (novela, Pehuén, 1983)
Sus desnudos pies sobre la nieve (novela, Mosquito, 1990)
El clasificador (Cuentos, Pehuén, 1992)
El ventanal de la desolación (cuentos, Marana Tha, 1989)
Mirando, Francisco (1962)
Perros agónicos (cuentos, LOM, 1994)
Montecino, Sonia (1954)
La revuelta (novela, Ornitorrinco, 1988)Mujías, Javier (1960)
Cuando el Mapocho suena (novela, La Quinta Columna, 1989)
Muñoz Bravo, Elena
Antes de que se me olvide (novela, 2002)
Muñoz G, Fabiola (Santiago,1952)
Sinfonía Inconclusa (novela, Talleres Gráficos de Norprint, 1990)
Muñoz V., Diego (1956)
Nada ha terminado (cuentos, Obsidiana, 1984)
Todo el amor en sus ojos (novela,Mosquito, 1990)
Lugares secretos (cuentos, Mosquito, 1993)
Flores para un cyborg (novela, Mondadori, 1997)
Angeles y verdugos (cuentos, Mosquito, 2002)
Déjalo ser (cuentos, Fondo de Cultura Económica, 2003)
De monstruos y bellezas (cuentos, Mosquito, 2007)
Neira, Hernán (1960)
Los viajes del Argonauta (novela, Mar del Plata, 1985)
A golpes de hacha y fuego (cuentos, Andrés Bello, 1995)
El sueño inconcluso (Planeta, 1999)
Negrete Orbea, Patricio (1952)
Brisas y huracanes (novela, Los libros del arcabuz, 1987)
Novoa, Marcelo (1964)
L.P. (cuentos, Trombo Azul. 1987)
Nuñez, Sergio (1960)
Dice sombras (cuentos, Tinta Negra.1987)
Ostornol, Antonio (1954)
Los recodos del silencio (novela, Aconcagua, 1981)
El obsesivo mundo de Benjamín (novela, Pomaire, 1982)
Los años de la serpiente (novela, Ornitorrinco, 1991)
Oyarzún, Pavel (1963)
El paso del diablo (novela, LOM, 2004)
San Román de la llanura (novela, Lom, 2006)
Palma, Rubén (1954)
Brevet til Danmark (Novela, Hjulet, 1989)
Møder med Danmark (Cuentos, Hjulet,1993) F
ra lufthavn til lufthavn (Cuentos, Hovedland ,2001)
Paredes, José (1951)
Los elegidos (novela, Documentas, 1990)
Para nunca olvidar (cuentos, Obsidiana, 1985)
Pascal, León (1964)
Carretón de nostalgias (cuentos, 1990)
Delirium : (cuentos con y sin droga) (cuentos, LOM, 2000)
Un miembro en reposo (novela, RIL, 1993)
Peña Muñoz, Manuel (1951)
Dorada locura (cuentos, El Observador de Quillota, 1978)
El Niño del Pasaje ( Andrés Bello,1989)
María Carlota y Millaqueo (cuentos, Andrés Bello, 1991)
El collar de perlas negras (novela, Universitaria, 1994)
Un ángel me sopló al oído (Susaeta, 1995)
Por qué lloran los sauces (Colina, 1995)
El niño del pasaje (novela, Andrés Bello, 1997)
Mágico Sur (novela, SM, 1998)
La mujer de los labios rojos (cuentos, Casa de Luz, 2002)
Pérez Santiago, Omar (1953)
Malmö är Litet (novela, Skrivareförlaget i Skane, 1989)
La Novia de Borges (nouvelle, Foro Nórdico, 1991)
Memorias eróticas de un chileno en Suecia (cuentos, Foro Nórdico, 1992)
Negrito no me hagas mal (novela, Foro Nórdico, 2001)
Trompas de Falopio (novela, Foro Nórdico, 2002) en colaboración con Gabriel Caldés
Pérez, Ricardo (1954)
En esa copia feliz del edén (novela, Foro Nórdico de Aura Latina, 1990)
Prado, Eugenia (1962)
El cofre (novela, Caja Negra, 1987)
Cierta femenina oscuridad (novela, Cuarto Propio, 1996)
Lóbulo (novela, Cuarto Propio, 1998)
Hembros ( novela instalación, 2003)
Objetos del deseo (novela, Cuarto Propio, 2007)
Poblete, Verónica (1955)
Inopinadamente blanca y brilladoramente (novela, Documentas, 1987)
Riqueros, Silviana (1959)
La celda (novela, RIL, 1991)
Cabina telefónica (cuentos, RIL, 1996)
Rivas, Carolina (1961)
Para amarte mejor (cuentos, Mosquito, 1990)
Dama en el jardín (cuentos, Aguilar, 2001)
Rivera Letelier, Hernán (1950)
Cuentos breves y cuesco de brevas (1990)
La reina Isabel cantaba rancheras (novela, Planeta, 1994)
Himno del ángel parado en una pata (novela Planeta, 1996) Fatamorgana del amor con banda de música (novela, Planeta, 1998)
Donde mueren los valientes (novela, Sudamericana, 2000)
Los trenes se van al Purgatorio (novela, Planeta, 2002)
Canción para caminar sobre las aguas (novela, Planeta, 2004)
El fantasista (novela, Alfaguara, 2007)
Romance del duende que me escribe novelas (novela, Seix Barral, 2005)
Santa María de las rosas negras (novela, Seix barral, 2002)
Rivera, Roberto (1950)
La Pradera Ortopédica (cuentos 1986)
A Fuego Eterno Condenados (novela, Balandro, 1994)
La Piedra azul (novela, Bravo y Allende, 2001)
Riveros, Patricio (1962-2005)
El gato, ese ser desprestigiado (cuentos, Pluma y Pincel, 1995)
Ls habaneras no tenían calzones (cuentos, Cuarto Propio, 1999)
La mujer del cura Soto (novela, Cuarto Propio, 2002)
La dicha de ser un don nadie (Pluma y pincel,
Tarzán chileno perdido en Ámsterdam (Pluma y pincel, 1995)
El cuento del viejo piojento (cuentos, 1995)
El funeral de la felicidad (cuentos, Planeta, 1997)
La puerta chica más grande del mundo (, cuentos, Tinku, 2003)
El gallo que hizo dormir al día (Campvs, 2004)
Rodríguez, Gabriel (1951)
Hijos de la lluvia (novela, Documentas, 1988)
Rodríguez, Guillermo (1962)
Hacelmada, Campo de sangre (novela, LOM, 1991)
Rodríguez, Mili (1954)
Tentativas de amar a un monstruo (cuentos, El Conejo, 1987)
Amanece que no es poco (novela, Sudamericana, 1992)
Todos me amaban y ninguno me pagaba la luz (novela, Planeta, 1998)
Rojas, Alejandra (1958)
Legítima Defensa (novela, Planeta, 1993)
Noches de estreno (novela, Planeta, 1994)
El beneficio de la duda (novela, Seix barral, 1997)
Stradivarius Penitente (novela, Ollero & Ramos, 1999)
Rojas, Mario (1951)
El tango de Edipo (novela, 1990)
Ruiz, Catalina (1957)
Descarriados (cuentos, Autoedición. 1986)
Ruiz, Octavio (1957)
El final de las Gutiérrez (novela, Babel, 1993)
Saldes, Sergio (1961)
Natalia y el loco del parque (novela)
Santa Cruz, Guadalupe (1952)
Cita capital (cuentos, Cuarto Propio, 1992)
El Contagio (novela, Cuarto Propio, 1997)
Salir (La balsa) (novela, Cuarto Propio, 1989)
Scherman Filer, Jorge (1955)
Por el ojo de la cerradura (novela, Cuarto Propio, 1999)
Sepúlveda San Martín, Ramón (1951)
Red Rock (cuentos, Documentas. 1991)
Eclipse (Cuarto Propio, 2005)
Serrano, Marcela (1951)
Nosotras que nos queremos tanto (novela, Los Andes, 1991)
Para que no me olvides (novela, Los Andes, 1993)
Antigua vida mía (novela, Alfaguara, 1995)
El albergue de las mujeres tristes (novela, Alfaguara, 1997)
Nuestra señora de la soledad (novela, Alfaguara, 1999)
Un mundo raro (cuentos, Grijalbo, 2000)
Hasta siempre, mujercitas (novela, Planeta, 2004)
Simonetti, Pablo (1961)
Vidas vulnerables (cuentos, Aguilar, 1999)
Madre que estás en el cielo (novela, Planeta, 2004)
La razón de los amantes (novela, Planeta, 2007)
Spotorno, Radomiro (1950)
El tesoro de la isla Mariposa (novela, Documentas, 1988)
La patrulla de Stalingrado (novela, Planeta, 1994)
Sutherland, Juan Pablo
Angeles negros (cuentos, Planeta, 1994)
Santo Roto (cuentos, LOM, 1999)
Tamayo, Luis Alberto (1960)
La Goleta Virgina (novela juvenil, EDB, 1998)
Ya es hora (cuentos, Sinfronteras, 1986)
Pequeña historia de la señorita X (novela, Fundación Chilena de Adopción, 2002)
Caballo loco, campeón del mundo (novela corta, EDB, 1998)
Tapia, Digna
Los muertos hablan como yo (novela, Cuarto Propio, 1992)
Las huellas de otros (cuentos, Ergo sumo, 1988)
Torrealba, Alfredo Emilio (1950)
Olor de fuego (cuentos, Eduardo Jarpa Editor. 1983)
Tótoro, Dauno
El buscador de ciudades (cuentos, Cuarto Propio, 1995)
La sonrisa del Caimán (novela, LOM, 1999)
Valdovinos Toro, Mario (1950)
Para qué estamos con cuentos (Cuentos, Autoedición. 1988)
Guía de habitantes extraviados (cuentos, Autoedición. 1989)
Honor y Gloria a Bartolo (novela, Lámpara mágica, 2002)
Breviario de fantasmas (novela, Ril, 2005)
Valenzuela, Esteban (1964)
Pichilemu Blue (novela, Los Andes, 1993)
Matilde espera carta de Alemania (novela, Los Andes, 1994)
Vera López, Freddy (1952)
Relatos de un desaparecido de la Unión (novela, 1995)
Verdugo Fuentes, Waldemar (1952)
Libro de los Oficios (cuentos, Vogue, Ed. Lasser Press, 1994)
Vergara, Francisco (1958)
Agente encubierto (novela policial, Mosquito, 1997)
Fuente:
Escritores de la guerra. Vigencia de una generación de escritores chilenos.