Saturday, September 15, 2007

Escritores chilenos nacidos entre el 1950 y 1964. Cuentos y novelas

Introducción
"Crear una pequeña flor es una tarea de siglos"
William Blake

La labor de un escritor o de una escritora es ansiar escribir la historia más preciosa jamás contada. La labor de un escritor o de una escritora, sin distinción de la era que le tocó vivir, es trabajar con esas pistolas cargadas -las palabras y la imaginación- e intentar escribir la historia más bella del mundo. ¿Por qué hablamos de generaciones entonces?
Porque la realidad en que nos toca vivir cambia. Y como escritor de ficciones somos mundanos, socialmente contaminados y por lo tanto hay que trabajar la materia de lo imaginario a partir de esa realidad. "El hombre parte del hecho de que hubo mucho tiempo sin novela pero nunca una novela sin tiempo." (Carlos Fuentes). Esas diferencias contextuales, el mundo social e histórico, establecen, no puede ser de otro modo, las distintas formas y sentidos de la literatura.
Y nuestra realidad, la de los escritores o escritoras que nacimos entre los años 1950 y 1964, está muy delimitada en sus orígenes. En esa época primordial, hace ya más de 33 años, un general dirigió primero una guerra con tanques, aviones y miles de soldados a un palacio de gobierno que era defendido por un pedíatra que, hace ya más de 33 años, llevaba la cinta presidencial, un casco, y estaba armado con una vieja metralleta.
Lo que vino después fue el asfixiante dominio de la Secta de los Assasin, creación de una mente delirante. Por las noches la urbe mostraba sus épocas viles de bajeza, se desplazan por Santiago, en varios autos dejando una nube de terror, la secta de los Assasin, cuyas sonrisas los hace parecer mitad bestias y mitad humanos, vienen de torturar y violar a mujeres; entran a un boliche del centro de Santiago; obligan al tabernero a cerrarlo; dejan sus metralletas en una esquina; y beben y comen, riéndose de las víctimas, en un atmósfera densa de humo y cargado de pesados olores. Otro culto homicida surgió en las entrañas del fanatismo: la Secta de los Matanceros, cuya función era eliminar a los testigos. Los ataban a rieles de trenes y los lanzaban al mar, supuestamente para que no hablaran nunca más. Su cita preferida era: "Ahorra tus gritos, que nadie te oirá"
Para que Los Assasin actuaran, para que estos actuaran sin errores, se declaró el Estado de Guerra. Llegaron a tener tal influencia que otras Sectas, que al comienzo veían a los Assasin como simples funcionarios, llegaron a temerles. Es que su principal carácter era la ofuscación. La Secta de Los Comunicadores, por ejemplo, mutaron el lenguaje y, desde entonces, donde decía opositor, escribieron "terrorista", donde decía defensor de derechos humanos decían "tontos útiles". Ellos también sabían que el lenguaje no era inocente y que el lenguaje también es responsable. Según la leyenda, los Assasin y los Matanceros hicieron desaparecer a tres mil personas. Un informe de expertos encuentra el testimonio de 35 mil personas que pasaron por sus torturas. Aunque ha pasado ya su época, se dice que aún hay lugares donde, si uno se detiene un tiempo, puede oír quejidos y llantos. Por algunas razones nebulosas, los martirizados preferidos eran jóvenes, incluido niños y niñas.
A algunos de esos jóvenes se les ocurrió, en esas condiciones, escribir, muchas veces sin poder publicar lo que escribían y con el mundo editorial sometido a censura previa. Es la generación de los Escritores y Escritoras de la época de la Guerra que, nacidos entre los años 1950 y 1964, tenían entre 9 y 23 años al golpe militar de 1973.
Un porcentaje importante de ellos (entre un veinte o un treinta por ciento) se exiliaron o auto exiliaron. Varios de ellos estuvieron en la cárcel.
El joven literato se vio a menudo impulsado -por convicción, por generosidad, por coraje, por tantos otros motivos- a poner su acción en las premuras del momento y a luchar contra la Secta de los Assasin y defender la libertad.
No era fácil, pero hubo valor y coraje. Se ha forjado un carácter moral que la sociedad necesitaba.
Pero nada nos hará perder una cierta lucidez analítica. Uno no escribe, necesariamente, mejor o peor, por haber sido contrario a los Assasin, esa autoridad moral no lo convierte a uno en una autoridad literaria ni es garantía de excelencia literaria. Las obras cumbres son resultado, más que del contexto, de una síntesis superior y verdadera, una aventurada combinatoria de talento, de prudencia y de sabiduría.No se ha demostrado aún, hasta donde yo sé, que la libertad o la represión sean traba o estímulo, para la creación literaria. Nadie se convierte en un gran escritor por el simple hecho de estar en contra de un régimen de asesinos. El arte y la moral tienen una necesaria autonomía, sin una clara relación directa y simplista. Hay una conjugación, una conjugación entre el escritor y sus circunstancias, que no es unilateral ni vulgar.
Los resultados de la narrativa chilena deben medirse por su arte, por su belleza. No por efectos cívicos, propagandísticos, utilitarios o pedagógicos. Y los resultados del arte narrativo son hasta ahora -no puede ser de otro modo- desiguales y de algún modo circunscritos.
Estoy haciendo una afirmación cualitativa, hay que leer las novelas. No hablo de las novelas que más han vendido o que han tenido mejor crítica, hablo de toda la narrativa escrita por mi generación. Pues aquí existe otra trampa, que yo no quiero caer, hay libros que apenas han sido conocidos por el público y la crítica. No es problema mío. No es un problema de los escritores. No es problema mío ni de los escritores que el mercado actúe como actúe y que los medios sean selectivos a la hora de levantar u obviar a un escritor o a una escritora. No es problema de un escritor el comercio o la autosatisfacción facilista. A los escritores y escritoras debemos juzgarlos por su libros y por sus pretensiones, jamás por la cantidad de público o la cantidad de prensa. El escritor debe ser fiel a su vocación independiente.
Permítanme ser exigente y autocrítico. Hay logros reveladores a nivel de la novela, aunque circunscritos, y dentro de los primeros habría que nombrar a Roberto Bolaño. De esa manera, el exilio, esa realidad chilena, cobró su precio. Ha ocurrido que los escritores y escritoras de esta generación han caminado por vías diversas y disímiles. Hablar de temáticas o estilos centrales sería un error analítico inexcusable. Establecer una normalización sería atropellar una notable y saludable amplitud. De algún modo, cada escritor busca su camino, su propia voz. O dicho de otro modo: lo que nos une es la variedad. Aunque todavía existen los normalizadores de uno u otro signo, la realidad es más desordenada y dispersa, y no hay otra cosa que leer y degustar, afinar el paladar y así diferenciar las buenas novelas de las menos buenas. Las novelas de esta generación soportan una variedad de estilos, temáticas, géneros y niveles de lenguaje. La pasión por lo lúdico y lo paródico, la disolución irónica de la solemnidad, el humor, la incorporación de íconos de la cultura de masas junto a elementos de la llamada alta cultura, la presencia profusa de lo metaficcional. Testimonios de la variedad y de la fragmentación de la sociedad actual es la prosa antidiscursiva, desestructurada de modelos y certezas narrativas, que mezcla materiales estéticos y entrecruza inesperados planos de significación.
Asimismo, esta generación busca también, por primera vez de modo sistemático, establecer lo que antes se llamaba literatura de género: literatura policial, feminista, erótica, cibernética o del folletín. Esto que antes era considerado para-literatura por los normalizadores o defensores de una literatura central, ha entregado durante los últimos años buenas novelas. Y es, además, un intento positivo de encontrarse con el público, contando una buena historia, evitando la camisa de fuerza de escribir sólo para una eventual crítica académica.
Así también se ha redescubierto, casi de modo sistemático, la fuerza de la novela histórica para contar o desmistificar la historia. Varios escritores hacen el trabajo de imaginar la construcción histórica, interpelando, a la vez, estos narradores, a los historiadores profesionales. Es más incitante leer la novela de Juanita Gallardo sobre Balmaceda, que leer un libro de historia sobre Balmaceda. De ese modo se hace relativo el abismo entre novelistas e historiadores, poniendo en cuestión a la ciencia histórica, o más bien, a cierto tipo de ciencia histórica. Estas novelas están evidenciando el aserto del profesor Jorge Peña Vial de que la ficción y la historia, desde el punto de vista formal y en sus estructuras, tienen un desarrollo muy semejante y están más emparentadas de lo que suele admitirse.
Y esto se conecta a la vez con algo muy extendido en la narrativa de esta generación, esto es, la cercanía o la tendencia a la disolución o evaporación de los contornos entre la ficción y la realidad, en el coqueteo con el testimonio. La narrativa, en este aspecto, se ha hecho más volátil y más irresoluta.
Pero la narrativa no son sólo novelas. Están los cuentos. Hay grandes cuentistas en mi generación. Y se podría afirmar, sin temor a equivocarse, que uno de los aportes principales de mi generación la han hecho los cuentistas. El cuento Danubio Pardo de Jaime Collyer, Los Pájaros de la Catedral de Uppsala de Jorge Calvo, Los favores concedidos de Lilian Elphick, Muertes de Pía Barros, Senzini de Roberto Bolaño, Matar al marido es la consigna de Sonia González, Ulises Mardones de Sergio Gómez, A la lumbre de la ciudad oncena de Roberto Rivera, Que buena voz se perdió para el tango de Ramón Díaz Eterovic, Déjalo ser de Diego Muñoz, Pelando a Rocío de Alberto Fuguet, Pequeña novela gótica de Marco Antonio de la Parra, Color Arena de Carolina Rivas, Yo nunca fui a Tijuana de Mauricio Electorat, entre otros muchos, son cuentos de gran estilo y profundidad, seguros y sensibles, que están a la par de los grandes cuentistas latinoamericanos (Quiroga, Borges, Cortázar).
El futuro de esta generación es un desafío. Dice Augusto Roa Bastos que el hombre es como un río. "Tiene barranca y orilla. Nace y desemboca en otros ríos. Alguna utilidad debe prestar. Mal río es el que muere en un estero..." (Hijo del Hombre). Es decir, nosotros los escritores y escritoras de esta Guerra nunca buscada, no tenemos evasivas para asumir con coraje, humildad y alegría el compromiso de nuestra pasión. La única obligación real de un escritor es ser fiel a su escritura. Aceptar la soledad del papel, escribir y luego sentirnos más claros y más livianos y luego sorprendernos por la cantidad de tiempo que le hemos dedicado a un libro. Nuestra generación aún no se despliega, la mayoría son cuarentones, tienen quince o veinte años aún de expansión y, estoy seguro, esta generación producirá sus mejores obras. Aunque, ya está dicho, nadie sabe la cantidad de tiempo que necesita el hombre errante para encontrarse a sí mismo. Este es un aspecto de cantidad y de esfuerzo. Déjenme decirlo con un chiste que le gustaba citar a Borges: 'Si diez mil monos se ponen a escribir en diez mil máquinas de escribir durante mil años es inevitable que surja de pronto la Divina Comedia.'
De eso se trata. Desear escribir la historia más hermosa del mundo, esa es la obsesión de cualquier escritor, como si uno fuera un testigo de un misterio humano, para que susciten los sueños del hombre, sus anhelos y sus abismos.
Inicialmente, varios de los artículos de este libro se publicaron en el Utopista Pragmático, dirigida por Eduardo Yentzen, que circuló como suplemento dominical del diario La Nación.Esos artículos, que han transitado también en el ciberespacio, principalmente en la página Proyecto Patrimonio que dirige Luis Martínez S., se han ampliado ahora, manteniendo su visión panorámica y periodística, algo cáustica, sobre los márgenes de la generación de narradores de los ochenta. He agregado entrevistas; críticas realizadas en medios extranjeros, y una visión ensayística inicial. También se agrega un listado bibliográfico, el más completo realizado hasta ahora, sobre los narradores y narradoras nacidas entre 1950 y 1964 y que han publicado libros de cuentos o novela.

Agosin, Marjori (1955)
Sagrada memoria (novela, Cuarto Propio,1994)
La Felicidad (cuentos, Cuarto Propio, 1991)
Las alfareras (cuentos, Cuarto Propio, 1994)
El gesto de la ausencia (cuentos, Cuarto Propio, 1999)

Alvarez Riquelme, Mario (1951)
El sendero de las candelillas (cuentos, Autoedición, 1988)
La vereda del horizonte (cuentos, Autoedición, 1990)

Ampuero Roberto (1953)
Boleros en La Habana (novela, Planeta, 1994)
¿Quién mató a Cristián Kusterman? (novela, Planeta, 1995)
El alemán de Atacama (novela, Planeta, 1995)
El hombre golondrina (cuentos, Planeta, 1998)
La guerra de los duraznos (novela, Andrés Bello, 2000)
Nuestros años de verde olivo (novela, Planeta, 1999)
Cita en el azul profundo (novela, Planeta, 2001)
Los Amantes de Estocolmo (novela, Planeta, 2003)
Pasiones griegas (novela, Planeta, 2006)

Andrade Dobson, Alexis (1953)

La última hora del último día (cuentos, Atelí Ltda., 1994)

Angelcos, Gregorio (1951)
Cuentos para pensar que la esperanza es una verdad (cuentos, Crisol Ediciones,1989)
Dios necesita un siquiatra (cuentos, Ediciones Documentas, 1994) La vida es un pasadizo luminoso donde el hombre es una idea (Novela, Documentas, 1997)
El abuelo que comía mariposas (cuentos, Documentas, 2004)

Arcos Levi, René (1964)
Cuento Aparte (cuentos, Planeta, 1994)
Después de todo (novela, Planeta, 2001)

Arenas, Desiderio (1950)
La playa de los alacranes (novela, Planeta,1993)
Lo que Bob Dylan se llevó (novela, Planeta, 2000)

Atria, Rodrigo (1952)
Siete cuentos (cuentos, Juventud, 1978)
La Despedida (novela, 1982)
La Hija del Mercader de Venecia (novela, Planeta-Chile, 1995)
Coplas de Sangre (novela, Planeta-Argentina, 1999)
La fácil hermosura del olvido (cuentos, Lom, 2005)

Avello Gaete, David (1957)

Incidente en el Bío-Bío (novela, Autoedición, 1988)
Cuentos para no morir (cuentos, Autoedición, 1988)
Natalia, mi amor (novela, Autoedición. 1991)

Azócar, Pablo (1959)
Aunque tal vez haya cuchillos (cuentos, Araucaria, 1984)
El crimen de escribir (cuentos, Planeta, 1998)
Natalia (novela, Cuarto Propio, 2000)
El señor que aparece de espaldas (novela, Alfaguara, 1997)
Vivir no es nada raro (cuentos, Aguilar, 1998)

Banic, Mario (1950)
Conceptualimcidad y otros cuentos (cuentos, Ovalle, 1985)
Ovalle: nueve cuentos (cuentos, Del Norte, 1993)
Cuentos de Limarí (cuentos, Caburga, 1996)
Luna negra (cuentos, Mosquito, 1998)

Barrios, Hernán (1951)

Lamded immigrant (Cuentos, Documentas, 1990)
El país imaginario (Novela, Altazor, 1995)

Barros, Pía (1956)
Miedos Transitorios (cuentos, Ergo Sum, 1985)
A Horcajadas (cuentos, Mosquito, 1990)
El Tono Menor del Deseo (novela, Cuarto Propio, 1991)
Signos Bajo la Piel (cuentos, Grijalbo, 1994)
Los que sobran (cuentos, Asterión, 2002)

Bizama, Ximena (Santiago, 1953)
A través de estos ojos (cuentos, Mosquito, 1990)

Briceño, Eduardo (1950)
El burrero (Cuentos, Obsidiana, 1984)

Bolaño, Roberto (1953-2003)
Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, (novela, Anthropos, 1984) en colaboración con Antoni García Porta.
La pista de hielo (novela, Planeta, 1993)
La senda de los elefantes (novela, Ayuntamiento de Toledo, 1994)
La literatura nazi en España (novela, Seix Barral, 1996)
Estrella distante (novela, Anagrama. 1996)
Llamadas telefónicas (cuentos, Anagrama, 1996)
Los detectives salvaje (novela, Anagrama, 1998)
Amuleto (Novela, Anagrama, 1999)
Monsieur Pain (novela, Anagrama, 1999)
Nocturno de Chile (novela, Anagrama. 2000)
Putas asesinas (cuentos, Anagrama, 2001)
Amberes (novela. Anagrama, 2002)
Una novelita lumpen (novela, Mondadori, 2002)
El gaucho insufrible (cuentos, Anagrama, 2003)
2666 (novela , Anagrama, 2004)
El secreto del mal (cuentos, Anagrama, 2007)

Bonnefoy, Michelle (1956)
Una máquina para Chile (novela, Pehuén, 1986)
Siete días simplemente un papel y un muerto (novela, Ornitorrinco, 1988)
El desgano de un hombre ocupado (novela, LOM, 1988)
Vienen del miedo (novela, LOM, 2000)
Imágenes Letales (novela, LOM, 2004)

Bórquez, Víctor (1960)
Trofeos de caza (cuentos, 1985)
Ritos Nocturnos (cuentos, 1986)
Primeros juegos (novela, 1988)
Relatos de Sueño y luna (cuentos, 1997)
Fiesta de hombres solos (novela, 2000)
Desde la ternura (cuentos, 2002)
Función de trasnoche (novela, 2005)

Brito, Eugenia (1950)
Con todo respeto (cuentos, La Trastienda, 2004)

Brodsky, Roberto (1957)
El peor de los héroes (novela, Aguilar, 1999)
Ultimos días de la historia (novela, Ediciones B, Grupo Zeta, 2001)

Calderón, Teresa (1955)
Vida de perras (cuentos, Alfaguara, 2000)
Aventuras de Súper Inti (cuentos, 2000)
Analfabruja (cuentos, 2000)
El tesoro de la bruma (cuentos, 2001)
Esa mañana llovía a cántaros azules, (cuentos, 2001)
Amiga mía (novela, Alfaguara, 2003)

Caldés, Gabriel (1953)

Trompas de Falopio (novela, Foro Nórdico, 2002) en colaboración con Omar Pérez Santiago

Calvo, Jorge (1952)
No queda tiempo (cuentos, Sin fronteras, 1985)
La partida (novela, Mosquito, 1991)
Fin de la Inocencia (cuentos, Foro Nórdico, 2003)
El emisario secreto (cuentos, Foro Nórdico, 2004)

Carvajal, Yair (1951)
El fisfiri detrás de los cristales azules (novela, Fondo Editorial I. Municipalidad de Coquimbo, 2003)
Dos menos dos y otros (cuentos, SECH La Serena, 1988)

Casas, Francisco
Yo, Yegua (novela, Planeta, 2004)

Castillo Roberto (1957)
Muriendo por la dulce patria (novela, Planeta, 1998)

Chambeaux, Juan (1950)
Quintaesencia (cuentos, Artecien, 1992)
El circo, el loco y lo demás (novela, 2001)

Cohen, Gregory (1953)
Los blues del orate (Stgo., 1986)
El mercenario ad honores (novela, Arte Cien, 1991)
El vacío histórico (novela)

Collyer, Jaime (1955)
Hacia el Nuevo Mundo (novela, Urbión, 1985)
Los años perdidos (cuentos, Almarabú, 1986)
El Infiltrado (novela, Mondadori, 1989)
Gente al Acecho (cuentos, Planeta, 1992)
Cien pájaros volando (novela, Planeta, 1995)
La Bestia en Casa (cuentos, Alfaguara, 1998)
El habitante del cielo (novela, Seix Barral, 2002)
Cuentos Privados (cuentos, Planeta, 2003)

Contreras, Gonzalo (1958)
La Danza Ejecutada (cuentos, Paralelo, 1986)
La Ciudad Anterior (novela, Planeta, 1991)
El gran mal (novela, Aguilar, 1998)
Los indicados (cuentos, Sudamericana, 2000)
El nadador (novela, Sudamericana, 2001)
La ley natural (novela, Sudamericana, 2004)
La voz del amo (cuentos, Seix Barral, 2005)

Correa, Eduardo (1953)
Valparaíso: la perla del barrio chino (novela, Gobierno Regional de Valparaíso, 2001)
La desmesura de la calma (cuentos, Altazor, 1999)

Cuadros, Ricardo (1955)
Orientación de Celva (novela, Aleda, 1993)
Constelación del monte (novela, RIL, 1996)
El fotógrafo belga (novela, Ril, 2006)

de la Parra, Marco Antonio (1952)
El deseo de toda ciudadana (novela, Ornitorrinco, 1984)
Sueños eróticos /amores imposibles (cuentos, Ornitorrinco,1986)
La guerra santa de Santiago de Chile (novela, Planeta, 1989)
Cuerpos prohibidos (novela, Planeta, 1991)
La Pérdida del tiempo (novela, Planeta, 1994)
Grandes éxitos: (y otros fracasos) (cuentos, Planeta, 1996)
Novelas enanas (cuentos, Alfaguara, 2000)
El año de la ballena (novela juvenil, Aguilar, 2001)
El cuaderno de Mayra (novela, Aguilar, 2003)

Díaz Bustamante, Jorge (1959)

Ellos no lo saben (cuentos, Imprenta Atelí Ltda., 1992)

Díaz Cid, César (1961)
En la rama del cerezo (cuentos, Kultrun, 1988)

Díaz Eterovic, Ramón (1956)
Cualquier día (cuentos, Plastigraf, 1981)
Obsesión de Año Nuevo (cuentos, Gota Pura, 1982)
Atrás sin golpe (cuentos, Gota Pura, 1985)
Ese viejo cuento de amar (cuentos, Mosquito, 1990)
La ciudad está triste (novela, Sinfronteras, 1987)
Solo en la Oscuridad ( novela, LOM, 2003)
Nadie sabe más que los muertos (novela, Planeta, 1993)
Nunca enamores a un forastero (novela, Caligrafía azul, 1999)
Angeles y Solitarios (novela, Planeta, 1995)
Correr tras el viento (novela, Planeta, 1997)
Los siete hijos de Simenon (novela, LOM, 2000)
El ojo del alma (novela, LOM, 2001)
El hombre que pregunta (novela; LOM, 2002)
El color de la piel (novela, LOM, 2003)
A la sombra del dinero (novela, Lom, 2005)

Electorat, Mauricio (1960)
El paraíso tres veces al día (novela, Planeta, 1995)
Nunca fui a Tijuana y otros relatos (cuentos, Cuarto Propio, 2000)
La Burla del tiempo (novela, Planeta, 2004)

Elordi, Santiago (1959)
Cambio y fuera (cuentos, Hachette, 1992)
La caravana (novela, Dolmen, 1995)
Babieca (novela, L'Harmattan, 2002)
Carta a Dios desde un prostíbulo (novela, Norma, 2004)

Elphick, Lilian (1959)
La última canción de Maggie Alcázar (cuentos, Mosquito, 1990)
El otro afuera (Cuentos, Cuarto Propio, 2002)

Fernandez, Pataglia
La nueva construcción (cuentos, Trombo Azul, 1988)

Fontaine Talavera, Arturo (1952)
Oír Su Voz (novela, Planeta, 1992)
Cuando éramos Inmortales (novela, Alfaguara, 1998)

Franz, Carlos (1959)
El lugar donde estuvo el paraíso (novela, Planeta, 1997)
Santiago cero (novela, Nuevo extremo, 1989)
El desierto (novela, Mondadori, 2005)
Almuerzo de vampiros (novela, Alfaguara, 2007)

Fuguet, Alberto (1964)
Sobredosis (cuentos, Planeta, 1990)
Mala Onda (novela, Planeta, 1991)
Por Favor Rebobinar (novela, Planeta, 1994)
Tinta Roja (novela, Alfaguara, 1996)
Las películas de mi vida (novela, Harper Collins, 2003)
Cortos (cuentos, Alfaguara, 2004)

Gaggero, Leonardo (1962)
Elei (novela, Van-Norte, 1980)

Gallardo, Juana (1952)
Balmaceda: sus últimos días (novela, Cesoc, 1991)
Déjame que te cuente (novela, Planeta, 1997)
Herencia de fuego (Novela, Planeta, 2003)

Gil, Antonio (1954)
Hijo de mí (novela, Los Andes, 1992)
Cosa mentale (novela, Los Andes, 1995)
Mezquina memoria (novela, Cuarto Propio, 1997)
Las playas del otro mundo (novela, Seix Barral, 2005)

Gómez, Sergio (1962)
Adiós, Carlos Marx, nos vemos en el cielo (novela, Planeta, 1992)
Vidas ejemplares (novela, Planeta, 1994)
Partes del cuerpo que no se tocan (cuentos, Planeta, 1997)
El labio inferior (novela, Planeta, 1998)
Quique hache: detective (novela, Aguilar, 1999)
Buenas noches a todos (cuentos, Lengua de trapo, 2001)
Quique hache, el caballo fantasma (novela, Aguilar, 2001)
Cuarto A (novela, Norma, 2000)
La obra literaria de Mario Valdini (novela, Lengua de trapo, 2001)
Patagonia (novela, Seix Barral, 2005)

González, Sonia (1958)
Tejer historias (cuentos, Ergo Sum, 1986)
Matar al marido es la consigna (cuentos, Planeta, 1993)
El sueño de mi padre (novela, Planeta, 1997)
La imperfecta Desconocida (novela, Planeta, 2001)
La preciosa vida que soñamos (novela, Lom, 2007)

Griffero, Ramón (1954)

Soy de la Plaza Italia (cuentos, Los Andes, 1992)

Guadiana, Christian (1951)
Bajo cielo sin estrellas (cuentos, Mosquito, 1991)

Guelfenbein, Carla (1959)
El revés del alma (novela, Aguilar, 2004)
La mujer de mi vida (novela, Alfaguara, 2006)

Harris, Tomás (1956)
Historia personal del miedo (cuentos, Planeta, 1994)

Henríquez, Roberto (1958)

Contra la ternura (novela, Movimiento Falso, 1989)
Lo que usted no se imagina (novela, RIL, 1992)

Hojman, Eugenio (1952)
Epitafio para un hombre presunto (novela, 1987)

Iturra, Carlos (1956)
Otros Cuentos (cuentos, 1988)
Paisaje masculino (cuentos, Sudamericana, 1998)
Por arte de magia (novela, Caos, 1995)
Pretérito Presente (cuentos, Catalonia, 2004)

Jaque, Claudio (1954)
Un caso banal y otros cuentos (cuentos, Minga, 1984)
Esos pequeños equilibrios (Bruguera, 1985)
Amistades de hoy (Almarabú, 1986)
El ruido del tiempo (Galisnot, 1987)
Para llegar a Baden-Baden (novela, Planeta, 1990)
Puerta de escape (novela, Galinost, 1990)

Jara, Pedro G. (1957)
Disparos sobre Valdivia (cuentos)
O'Hara, investigador privado (novela, Kultrún, 1997)
Para murales (cuentos, Kultrun, 1988)
Plaza de la República (cuentos, Kultrun, 1990)
Relatos in blue (cuentos, SEREMI Educación, Los Lagos, 2002)

Jara V, Nelson

El lado oscuro de la noche (novela, Anibal Pinto, 1990)

Jans, Sebastían (1953)

Festín de perros (Cuentos, Autoedición. 1990)

Langer-Moreno Ernesto (1956)
El hombrecillo de los cuentos (cuentos, LOM, 1996)

Lemebel, Pedro

Los incontables (cuentos, 1987)
Tengo miedo torero (novela, Seix Barral, 2001)

Magnet, Alberto (1953)

Una muerte muy complicada (novela, Cuarto Propio, 2003)

Marchant L., Jorge (1950)
La Beatriz Ovalle (novela, Orión, 1977)
La noche que nunca ha gestado el día (novela, Cerro Santa Lucia, 1982)
Matan a la dama de las camelias
Sangre como la mía (novela, Alfaguara, 2006)

Marchant, Reinaldo (1957)
En el bosque, un ángel y demonio (novela, Mar del Plata, 1988)
El abuelo (novela, Andrés Bello, 1989)
Priapina (cuentos, Crisol, 1990)
Alquitrán y los gorriones (novela, Mosquito, 1990)
Varona en el jardín (novela, Yénexi, 1990)
Narraciones Maravillosas ( Nowadays,1992)
Imaginaciones (RIL, 1993)
El hombre de la mano seca (novela, RIL, 1992)
Una ave de prodigiosos colores (novela, RIL, 1993)
La Patria Golondrina (novela, RIL, 2003)
La alegría del pueblo (cuentos, Bravo y Allende, 2004)

Marras, Sergio (1950)
Por qué lloran los hombres (novela, Cuarto propio, 2003)

Matamala, Tito (1963)
Yo la amaba, pero eso no era lo más ridículo (cuentos, Univ. de Concepción, 1993.)
De cómo llegué a trabajar para Carlos Cardoen (novela, Grijalbo, 1996)
Historias del bar La Trivia (cuentos, Dolmen, 2002)
Hoy recuerdo la tarde en que le vendí mi alma al diablo: (era miércoles y llovía elefantes) (novela, Mondadori, 1995)
Manual del buen bebedor (cuentos, Planeta, 1999)
Dos novelas breves. (Cuarto propio, 2003)
Diccionario del buen bebedor (Planeta, 2005)
Pubis y otras Obsesiones. (Catalonia, 2006)

Mellado, Marcelo (1955)
El huidor (la novela del arte) (novela, Ojo de buey, 1992)
El objetor (cuentos, Cuarto Propio, 1998)
La provincia (novela, Sudamericana, 2001)
Informe Tapia (novela, Calabaza del diablo, 2005)

Mihovilovich, Juan (1951)
La última condena (novela, Pehuén, 1983)
Sus desnudos pies sobre la nieve (novela, Mosquito, 1990)
El clasificador (Cuentos, Pehuén, 1992)
El ventanal de la desolación (cuentos, Marana Tha, 1989)

Mirando, Francisco (1962)
Perros agónicos (cuentos, LOM, 1994)

Montecino, Sonia (1954)
La revuelta (novela, Ornitorrinco, 1988)Mujías, Javier (1960)
Cuando el Mapocho suena (novela, La Quinta Columna, 1989)

Muñoz Bravo, Elena
Antes de que se me olvide (novela, 2002)

Muñoz G, Fabiola (Santiago,1952)

Sinfonía Inconclusa (novela, Talleres Gráficos de Norprint, 1990)

Muñoz V., Diego (1956)
Nada ha terminado (cuentos, Obsidiana, 1984)
Todo el amor en sus ojos (novela,Mosquito, 1990)
Lugares secretos (cuentos, Mosquito, 1993)
Flores para un cyborg (novela, Mondadori, 1997)
Angeles y verdugos (cuentos, Mosquito, 2002)
Déjalo ser (cuentos, Fondo de Cultura Económica, 2003)
De monstruos y bellezas (cuentos, Mosquito, 2007)

Neira, Hernán (1960)
Los viajes del Argonauta (novela, Mar del Plata, 1985)
A golpes de hacha y fuego (cuentos, Andrés Bello, 1995)
El sueño inconcluso (Planeta, 1999)

Negrete Orbea, Patricio (1952)
Brisas y huracanes (novela, Los libros del arcabuz, 1987)

Novoa, Marcelo (1964)
L.P. (cuentos, Trombo Azul. 1987)

Nuñez, Sergio (1960)

Dice sombras (cuentos, Tinta Negra.1987)

Ostornol, Antonio (1954)
Los recodos del silencio (novela, Aconcagua, 1981)
El obsesivo mundo de Benjamín (novela, Pomaire, 1982)
Los años de la serpiente (novela, Ornitorrinco, 1991)

Oyarzún, Pavel (1963)

El paso del diablo (novela, LOM, 2004)
San Román de la llanura (novela, Lom, 2006)

Palma, Rubén (1954)

Brevet til Danmark (Novela, Hjulet, 1989)
Møder med Danmark (Cuentos, Hjulet,1993) F
ra lufthavn til lufthavn (Cuentos, Hovedland ,2001)

Paredes, José (1951)
Los elegidos (novela, Documentas, 1990)
Para nunca olvidar (cuentos, Obsidiana, 1985)

Pascal, León (1964)
Carretón de nostalgias (cuentos, 1990)
Delirium : (cuentos con y sin droga) (cuentos, LOM, 2000)
Un miembro en reposo (novela, RIL, 1993)

Peña Muñoz, Manuel (1951)
Dorada locura (cuentos, El Observador de Quillota, 1978)
El Niño del Pasaje ( Andrés Bello,1989)
María Carlota y Millaqueo (cuentos, Andrés Bello, 1991)
El collar de perlas negras (novela, Universitaria, 1994)
Un ángel me sopló al oído (Susaeta, 1995)
Por qué lloran los sauces (Colina, 1995)
El niño del pasaje (novela, Andrés Bello, 1997)
Mágico Sur (novela, SM, 1998)
La mujer de los labios rojos (cuentos, Casa de Luz, 2002)

Pérez Santiago, Omar (1953)
Malmö är Litet (novela, Skrivareförlaget i Skane, 1989)
La Novia de Borges (nouvelle, Foro Nórdico, 1991)
Memorias eróticas de un chileno en Suecia (cuentos, Foro Nórdico, 1992)
Negrito no me hagas mal (novela, Foro Nórdico, 2001)
Trompas de Falopio (novela, Foro Nórdico, 2002) en colaboración con Gabriel Caldés

Pérez, Ricardo (1954)
En esa copia feliz del edén (novela, Foro Nórdico de Aura Latina, 1990)

Prado, Eugenia (1962)
El cofre (novela, Caja Negra, 1987)
Cierta femenina oscuridad (novela, Cuarto Propio, 1996)
Lóbulo (novela, Cuarto Propio, 1998)
Hembros ( novela instalación, 2003)
Objetos del deseo (novela, Cuarto Propio, 2007)
Poblete, Verónica (1955)
Inopinadamente blanca y brilladoramente (novela, Documentas, 1987)

Riqueros, Silviana (1959)
La celda (novela, RIL, 1991)
Cabina telefónica (cuentos, RIL, 1996)

Rivas, Carolina (1961)
Para amarte mejor (cuentos, Mosquito, 1990)
Dama en el jardín (cuentos, Aguilar, 2001)
Rivera Letelier, Hernán (1950)
Cuentos breves y cuesco de brevas (1990)
La reina Isabel cantaba rancheras (novela, Planeta, 1994)
Himno del ángel parado en una pata (novela Planeta, 1996) Fatamorgana del amor con banda de música (novela, Planeta, 1998)
Donde mueren los valientes (novela, Sudamericana, 2000)
Los trenes se van al Purgatorio (novela, Planeta, 2002)
Canción para caminar sobre las aguas (novela, Planeta, 2004)
El fantasista (novela, Alfaguara, 2007)
Romance del duende que me escribe novelas (novela, Seix Barral, 2005)
Santa María de las rosas negras (novela, Seix barral, 2002)

Rivera, Roberto (1950)
La Pradera Ortopédica (cuentos 1986)
A Fuego Eterno Condenados (novela, Balandro, 1994)
La Piedra azul (novela, Bravo y Allende, 2001)

Riveros, Patricio (1962-2005)
El gato, ese ser desprestigiado (cuentos, Pluma y Pincel, 1995)
Ls habaneras no tenían calzones (cuentos, Cuarto Propio, 1999)
La mujer del cura Soto (novela, Cuarto Propio, 2002)
La dicha de ser un don nadie (Pluma y pincel,
Tarzán chileno perdido en Ámsterdam (Pluma y pincel, 1995)
El cuento del viejo piojento (cuentos, 1995)
El funeral de la felicidad (cuentos, Planeta, 1997)
La puerta chica más grande del mundo (, cuentos, Tinku, 2003)
El gallo que hizo dormir al día (Campvs, 2004)

Rodríguez, Gabriel (1951)
Hijos de la lluvia (novela, Documentas, 1988)

Rodríguez, Guillermo (1962)
Hacelmada, Campo de sangre (novela, LOM, 1991)

Rodríguez, Mili (1954)
Tentativas de amar a un monstruo (cuentos, El Conejo, 1987)
Amanece que no es poco (novela, Sudamericana, 1992)
Todos me amaban y ninguno me pagaba la luz (novela, Planeta, 1998)

Rojas, Alejandra (1958)
Legítima Defensa (novela, Planeta, 1993)
Noches de estreno (novela, Planeta, 1994)
El beneficio de la duda (novela, Seix barral, 1997)
Stradivarius Penitente (novela, Ollero & Ramos, 1999)

Rojas, Mario (1951)

El tango de Edipo (novela, 1990)

Ruiz, Catalina (1957)

Descarriados (cuentos, Autoedición. 1986)

Ruiz, Octavio (1957)
El final de las Gutiérrez (novela, Babel, 1993)

Saldes, Sergio (1961)
Natalia y el loco del parque (novela)

Santa Cruz, Guadalupe (1952)
Cita capital (cuentos, Cuarto Propio, 1992)
El Contagio (novela, Cuarto Propio, 1997)
Salir (La balsa) (novela, Cuarto Propio, 1989)

Scherman Filer, Jorge (1955)
Por el ojo de la cerradura (novela, Cuarto Propio, 1999)
Sepúlveda San Martín, Ramón (1951)
Red Rock (cuentos, Documentas. 1991)
Eclipse (Cuarto Propio, 2005)

Serrano, Marcela (1951)
Nosotras que nos queremos tanto (novela, Los Andes, 1991)
Para que no me olvides (novela, Los Andes, 1993)
Antigua vida mía (novela, Alfaguara, 1995)
El albergue de las mujeres tristes (novela, Alfaguara, 1997)
Nuestra señora de la soledad (novela, Alfaguara, 1999)
Un mundo raro (cuentos, Grijalbo, 2000)
Hasta siempre, mujercitas (novela, Planeta, 2004)
Simonetti, Pablo (1961)
Vidas vulnerables (cuentos, Aguilar, 1999)
Madre que estás en el cielo (novela, Planeta, 2004)
La razón de los amantes (novela, Planeta, 2007)

Spotorno, Radomiro (1950)
El tesoro de la isla Mariposa (novela, Documentas, 1988)
La patrulla de Stalingrado (novela, Planeta, 1994)

Sutherland, Juan Pablo
Angeles negros (cuentos, Planeta, 1994)
Santo Roto (cuentos, LOM, 1999)

Tamayo, Luis Alberto (1960)
La Goleta Virgina (novela juvenil, EDB, 1998)
Ya es hora (cuentos, Sinfronteras, 1986)
Pequeña historia de la señorita X (novela, Fundación Chilena de Adopción, 2002)
Caballo loco, campeón del mundo (novela corta, EDB, 1998)

Tapia, Digna
Los muertos hablan como yo (novela, Cuarto Propio, 1992)
Las huellas de otros (cuentos, Ergo sumo, 1988)

Torrealba, Alfredo Emilio (1950)
Olor de fuego (cuentos, Eduardo Jarpa Editor. 1983)

Tótoro, Dauno
El buscador de ciudades (cuentos, Cuarto Propio, 1995)
La sonrisa del Caimán (novela, LOM, 1999)

Valdovinos Toro, Mario (1950)

Para qué estamos con cuentos (Cuentos, Autoedición. 1988)
Guía de habitantes extraviados (cuentos, Autoedición. 1989)
Honor y Gloria a Bartolo (novela, Lámpara mágica, 2002)
Breviario de fantasmas (novela, Ril, 2005)

Valenzuela, Esteban (1964)

Pichilemu Blue (novela, Los Andes, 1993)
Matilde espera carta de Alemania (novela, Los Andes, 1994)
Vera López, Freddy (1952)
Relatos de un desaparecido de la Unión (novela, 1995)

Verdugo Fuentes, Waldemar (1952)

Libro de los Oficios (cuentos, Vogue, Ed. Lasser Press, 1994)

Vergara, Francisco (1958)

Agente encubierto (novela policial, Mosquito, 1997)

Fuente:
Escritores de la guerra. Vigencia de una generación de escritores chilenos.

Sunday, September 09, 2007

Escritores de la Guerra

Escritores de la Guerra. Vigencia de una generación de Narradores Chilenos, de Omar Pérez Santiago, Ed. Foro Nórdico, Stgo., 2004; 126 pp.
Por Zenobio Saldivia
La obra fundamenta sobre la conveniencia de tipificar una nueva generación de escritores chilenos, no debidamente considerados a la fecha. Por ello, Pérez Santiago, da cuenta de la generación de narradores chilenos durante los años del Gobierno Militar. El autor ubica aquí a 108 escritores que publicaron durante el régimen militar, que ordena alfabéticamente y señala la biobibliografía de cada uno, durante el período mencionado; entre estos, incluye a autores que están en el país y otros que se encuentran en el extranjero como Ricardo Cuadros. En algunos casos, el autor analiza el sustrato ideológico y axiológico de la prosa de algunos de los autores, como por ejemplo Fuguet y Gómez, y en otros, simplemente aparece en su selección.
Zenobio Saldivia. Crítica.cl

Narradores Chilenos
(nacidos entre 1950 y 1964)

Agosin, Marjori (1955)
Sagrada memoria (novela, Cuarto Propio,1994)
La Felicidad (cuentos, Cuarto Propio, 1991)
Las alfareras (cuentos, Cuarto Propio, 1994)
El gesto de la ausencia (cuentos, Cuarto Propio, 1999)

Alvarez Riquelme, Mario (1951)
El sendero de las candelillas (cuentos, Autoedición, 1988)
La vereda del horizonte (cuentos, Autoedición, 1990)

Ampuero, Roberto (1953)
Boleros en La Habana (novela, Planeta, 1994)
¿Quién mató a Cristián Kusterman? (novela, Planeta, 1995)
El alemán de Atacama (novela, Planeta, 1995)
El hombre golondrina (cuentos, Planeta, 1998)
La guerra de los duraznos (novela, Andrés Bello, 2000)
Nuestros años de verde olivo (novela, Planeta, 1999)
Cita en el azul profundo (novela, Planeta, 2001)
Los Amantes de Estocolmo (novela, Planeta, 2003)
Pasiones griegas (novela, Planeta, 2006)

Andrade Dobson, Alexis (1953)
La última hora del último día (cuentos, Atelí Ltda., 1994)

Angelcos, Gregorio (1951)
Cuentos para pensar que la esperanza es una verdad (cuentos, Crisol Ediciones,1989)
Dios necesita un siquiatra (cuentos, Ediciones Documentas, 1994)
La vida es un pasadizo luminoso donde el hombre es una idea (Novela, Documentas, 1997)
El abuelo que comía mariposas (cuentos, Documentas, 2004)

Arcos Levi, René (1964)
Cuento Aparte (cuentos, Planeta, 1994)
Después de todo (novela, Planeta, 2001)

Arenas, Desiderio (1950)
La playa de los alacranes (novela, Planeta,1993)
Lo que Bob Dylan se llevó (novela, Planeta, 2000)

Atria, Rodrigo (1952)
Siete cuentos (cuentos, Juventud, 1978)
La Despedida (novela, 1982)
La Hija del Mercader de Venecia (novela, Planeta-Chile, 1995)
Coplas de Sangre (novela, Planeta-Argentina, 1999)
La fácil hermosura del olvido (cuentos, Lom, 2005)

Avello Gaete, David (1957)
Incidente en el Bío-Bío (novela, Autoedición, 1988)
Cuentos para no morir (cuentos, Autoedición, 1988)
Natalia, mi amor (novela, Autoedición. 1991)

Azócar, Pablo (1959)
Aunque tal vez haya cuchillos (cuentos, Araucaria, 1984)
El crimen de escribir (cuentos, Planeta, 1998)
Natalia (novela, Cuarto Propio, 2000)
El señor que aparece de espaldas (novela, Alfaguara, 1997)
Vivir no es nada raro (cuentos, Aguilar, 1998)

Banic, Mario (1950)
Conceptualimcidad y otros cuentos (cuentos, Ovalle, 1985)
Ovalle: nueve cuentos (cuentos, Del Norte, 1993)
Cuentos de Limarí (cuentos, Caburga, 1996)
Luna negra (cuentos, Mosquito, 1998)

Barrios, Hernán (1951)
Lamded immigrant (Cuentos, Documentas, 1990)
El país imaginario (Novela, Altazor, 1995)

Barros, Pía (1956)
Miedos Transitorios (cuentos, Ergo Sum, 1985)
A Horcajadas (cuentos, Mosquito, 1990)
El Tono Menor del Deseo (novela, Cuarto Propio, 1991)
Signos Bajo la Piel (cuentos, Grijalbo, 1994)
Los que sobran (cuentos, Asterión, 2002)

Bizama, Ximena (Santiago, 1953)
A través de estos ojos (cuentos, Mosquito, 1990)

Briceño, Eduardo (1950)
El burrero (Cuentos, Obsidiana, 1984)

Bolaño, Roberto (1953-2003)
Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce,
(novela, Anthropos, 1984) en colaboración con Antoni García Porta.
La pista de hielo (novela, Planeta, 1993)
La senda de los elefantes (novela, Ayuntamiento de Toledo, 1994)
La literatura nazi en España (novela, Seix Barral, 1996)
Estrella distante (novela, Anagrama. 1996)
Llamadas telefónicas (cuentos, Anagrama, 1996)
Los detectives salvaje (novela, Anagrama, 1998)
Amuleto (Novela, Anagrama, 1999)
Monsieur Pain (novela, Anagrama, 1999)
Nocturno de Chile (novela, Anagrama. 2000)
Putas asesinas (cuentos, Anagrama, 2001)
Amberes (novela. Anagrama, 2002)
Una novelita lumpen (novela, Mondadori, 2002)
El gaucho insufrible (cuentos, Anagrama, 2003)

Bonnefoy, Michelle (1956)
Una máquina para Chile (novela, Pehuén, 1986)
Siete días simplemente un papel y un muerto (novela, Ornitorrinco, 1988)
El desgano de un hombre ocupado (novela, LOM, 1988)
Vienen del miedo (novela, LOM, 2000)
Imágenes Letales (novela, LOM, 2004)

Bórquez, Víctor (1960)
Trofeos de caza (cuentos, 1985)
Ritos Nocturnos (cuentos, 1986)
Primeros juegos (novela, 1988)
Relatos de Sueño y luna (cuentos, 1997)
Fiesta de hombres solos (novela, 2000)
Desde la ternura (cuentos, 2002)
Función de trasnoche (novela, 2005)

Brito, Eugenia (1950)
Con todo respeto (cuentos, La Trastienda, 2004)


Brodsky, Roberto
(1957)
El peor de los héroes (novela, Aguilar, 1999)
Ultimos días de la historia (novela, Ediciones B, Grupo Zeta, 2001)

Calderón, Teresa (1955)
Vida de perras (cuentos, Alfaguara, 2000)
Amiga mía (novela, Alfaguara, 2003)
Aventuras de Súper Inti (cuentos, 2000)
Analfabruja (cuentos, 2000)
El tesoro de la bruma (cuentos, 2001)
Esa mañana llovía a cántaros azules, (cuentos, 2001)

Caldés, Gabriel (1953)
Trompas de Falopio (novela, Foro Nórdico, 2002)
en colaboración con Omar Pérez Santiago

Calvo, Jorge (1952)
No queda tiempo (cuentos, Sin fronteras, 1985)
La partida (novela, Mosquito, 1991)
Fin de la Inocencia (cuentos, Foro Nórdico, 2003)
El emisario secreto (cuentos, Foro Nórdico, 2004)

Carvajal, Yair (1951)
El fisfiri detrás de los cristales azules (novela, Fondo Editorial I.
Municipalidad de Coquimbo, 2003)
Dos menos dos y otros (cuentos, SECH La Serena, 1988)

Casas, Francisco
Yo, Yegua (novela, Planeta, 2004)

Castillo Roberto (1957)
Muriendo por la dulce patria (novela, Planeta, 1998)

Chambeaux, Juan (1950)
Quintaesencia (cuentos, Artecien, 1992)
El circo, el loco y lo demás (novela, 2001)

Cohen, Gregory (1953)
Los blues del orate (Stgo., 1986)
El mercenario ad honores (novela, Arte Cien, 1991)
El vacío histórico (novela)

Collyer, Jaime (1955)
Hacia el Nuevo Mundo (novela, Urbión, 1985)
Los años perdidos (cuentos, Almarabú, 1986)
El Infiltrado (novela, Mondadori, 1989)
Gente al Acecho (cuentos, Planeta1992)
Cien pájaros volando (novela, Planeta, 1995)
La Bestia en Casa (cuentos, Alfaguara, 1998)
El habitante del cielo (novela, Seix Barral, 2002)
Cuentos Privados (cuentos, Planeta, 2003)

Contreras, Gonzalo (1958)
La Danza Ejecutada (cuentos, Paralelo, 1986)
La Ciudad Anterior (novela, Planeta, 1991)
El gran mal (novela, Aguilar, 1998)
Los indicados (cuentos, Sudamericana, 2000)
El nadador (novela, Sudamericana, 2001)
La ley natural (novela, Sudamericana, 2004)
La voz del amo (cuentos, Seix Barral, 2005)

Correa, Eduardo (1953)
Valparaíso: la perla del barrio chino (novela, Gobierno Regional de Valparaíso, 2001)
La desmesura de la calma (cuentos, Altazor, 1999)

Cuadros, Ricardo (1955)
Orientación de Celva (novela, Aleda, 1993)
Constelación del monte (novela, RIL, 1996)
El fotógrafo belga (novela, Ril, 2006)

de la Parra, Marco Antonio (1952)
El deseo de toda ciudadana (novela, Ornitorrinco, 1984)
Sueños eróticos /amores imposibles (cuentos, Ornitorrinco,1986)
La guerra santa de Santiago de Chile (novela, Planeta, 1989)
Cuerpos prohibidos (novela, Planeta, 1991)
La Pérdida del tiempo (novela, Planeta, 1994)
Grandes éxitos: (y otros fracasos) (cuentos, Planeta, 1996)
Novelas enanas (cuentos, Alfaguara, 2000)
El año de la ballena (novela juvenil, Aguilar, 2001)
El cuaderno de Mayra (novela, Aguilar, 2003)

Díaz Bustamante, Jorge (1959)
Ellos no lo saben (cuentos, Imprenta Atelí Ltda. 1992)

Díaz Cid, César (1961)
En la rama del cerezo (cuentos, Kultrun, 1988)

Díaz Eterovic, Ramón (1956)
Cualquier día (cuentos, Plastigraf, 1981)
Obsesión de Año Nuevo (cuentos, Gota Pura, 1982)
Atrás sin golpe (cuentos, Gota Pura, 1985)
Ese viejo cuento de amar (cuentos, Mosquito, 1990)
La ciudad está triste (novela, Sinfronteras, 1987)
Solo en la Oscuridad ( novela, LOM, 2003)
Nadie sabe más que los muertos (novela, Planeta, 1993)
Nunca enamores a un forastero (novela, Caligrafía azul, 1999)
Angeles y Solitarios (novela, Planeta, 1995)
Correr tras el viento (novela, Planeta, 1997)
Los siete hijos de Simenon (novela, LOM, 2000)
El ojo del alma (novela, LOM, 2001)
El hombre que pregunta (novela; LOM, 2002)
El color de la piel (novela, LOM, 2003)
A la sombra del dinero (novela, Lom, 2005)

Electorat, Mauricio (1960)
El paraíso tres veces al día (novela, Planeta, 1995)
Nunca fui a Tijuana y otros relatos (cuentos, Cuarto Propio, 2000)
La Burla del tiempo (novela, Planeta, 2004)

Elordi, Santiago (1959)
Cambio y fuera (cuentos, Hachette, 1992)
La caravana (novela, Dolmen, 1995)
Babieca (novela, L'Harmattan, 2002)
Carta a Dios desde un prostíbulo (novela, Norma, 2004)

Elphick, Lilian (1959)
La última canción de Maggie Alcázar (cuentos, Mosquito, 1990)
El otro afuera (Cuentos, Cuarto Propio, 2002)

Fernandez, Pataglia
La nueva construcción (cuentos, Trombo Azul, 1988)

Fontaine Talavera, Arturo (1952)
Oír Su Voz (novela, Planeta, 1992)
Cuando éramos Inmortales (novela, Alfaguara, 1998)

Franz, Carlos (1959)
El lugar donde estuvo el paraíso (novela, Planeta, 1997)
Santiago cero (novela, Nuevo extremo, 1989)
El desierto (novela, Mondadori, 2005)
Almuerzo de vampiros (novela, Alfaguara, 2007)

Fuguet, Alberto (1964)
Sobredosis (cuentos, Planeta, 1990)
Mala Onda (novela, Planeta, 1991)
Por Favor Rebobinar (novela, Planeta, 1994)
Tinta Roja (novela, Alfaguara, 1996)
Las películas de mi vida (novela, Harper Collins, 2003)
Cortos (cuentos, Alfaguara, 2004)

Gaggero, Leonardo (1962)
Elei (novela, Van-Norte, 1980)

Gallardo, Juana (1952)
Balmaceda: sus últimos días (novela, Cesoc, 1991)
Déjame que te cuente (novela, Planeta, 1997)
Herencia de fuego (Novela, Planeta, 2003)

Gil, Antonio
(1954)
Hijo de mí (novela, Los Andes, 1992)
Cosa mentale (novela, Los Andes, 1995)
Mezquina memoria (novela, Cuarto Propio, 1997)
Las playas de otro mundo (novela, Seix Barral, 2005)

Gómez, Sergio (1962)
Adiós, Carlos Marx, nos vemos en el cielo (novela, Planeta, 1992)
Vidas ejemplares (novela, Planeta, 1994)
Partes del cuerpo que no se tocan (cuentos, Planeta, 1997)
El labio inferior (novela, Planeta, 1998)
Quique hache: detective (novela, Aguilar, 1999)
Buenas noches a todos (cuentos, Lengua de trapo, 2001)
Quique hache, el caballo fantasma (novela, Aguilar, 2001)
Cuarto A (novela, Norma, 2000)
La obra literaria de Mario Valdini (novela, Lengua de trapo, 2001)
Patagonia (novela, Seix Barral, 2005)

González, Sonia (1958)
Tejer historias (cuentos, Ergo Sum, 1986)
Matar al marido es la consigna (cuentos, Planeta, 1993)
El sueño de mi padre (novela, Planeta, 1997)
La imperfecta Desconocida (novela, Planeta, 2001)

Griffero, Ramón (1954)
Soy de la Plaza Italia (cuentos, Los Andes, 1992)

Guadiana, Christian (1951)
Bajo cielo sin estrellas (cuentos, Mosquito, 1991)

Guelfenbein, Carla (1959)
El revés del alma (novela, Aguilar, 2004)
La mujer de mi vida (novela, Alfaguara, 2006)

Harris, Tomás (1956)
Historia personal del miedo (cuentos, Planeta, 1994)

Henríquez, Roberto (1958)
Contra la ternura (novela, Movimiento Falso, 1989)
Lo que usted no se imagina (novela, RIL, 1992)

Hojman, Eugenio (1952)
Epitafio para un hombre presunto (novela, 1987)

Iturra, Carlos (1956)
Otros Cuentos (cuentos, 1988)
Paisaje masculino (cuentos, Sudamericana, 1998)
Por arte de magia (novela, Caos, 1995)
Pretérito Presente (cuentos, Catalonia, 2004)

Jaque, Claudio (1954)
Un caso banal y otros cuentos (cuentos, Minga, 1984)
Esos pequeños equilibrios (Bruguera, 1985)
Amistades de hoy (Almarabú, 1986)
El ruido del tiempo (Galisnot, 1987)
Para llegar a Baden-Baden (novela, Planeta, 1990)
Puerta de escape (novela, Galinost, 1990)

Jara, Pedro G. (1957)
Disparos sobre Valdivia (cuentos)
O'Hara, investigador privado (novela, Kultrún, 1997)
Para murales (cuentos, Kultrun, 1988)
Plaza de la República (cuentos, Kultrun, 1990)
Relatos in blue (cuentos, SEREMI Educación, Los Lagos, 2002)

Jara V, Nelson
El lado oscuro de la noche (novela, Anibal Pinto, 1990)

Jans, Sebastían (1953)
Festín de perros (Cuentos, Autoedición. 1990)

Langer-Moreno Ernesto (1956)
El hombrecillo de los cuentos (cuentos, LOM, 1996)

Lemebel, Pedro
Los incontables (cuentos, 1987)
Tengo miedo torero (novela, Seix Barral, 2001)

Magnet, Alberto (1953)
Una muerte muy complicada (novela, Cuarto Propio, 2003)

Marchant L., Jorge (1950)
La Beatriz Ovalle (novela, Orión, 1977)
La noche que nunca ha gestado el día (novela, Cerro Santa Lucia, 1982)
Matan a la dama de las camelias (?)
Sangre como la mía (novela, Alfaguara, 2006)

Marchant, Reinaldo (1957)
En el bosque, un ángel y demonio (novela, Mar del Plata, 1988)
El abuelo (novela, Andrés Bello, 1989)
Priapina (cuentos, Crisol, 1990)
Alquitrán y los gorriones (novela, Mosquito, 1990)
Varona en el jardín (novela, Yénexi, 1990)
Narraciones Maravillosas ( Nowadays,1992)
Imaginaciones (RIL, 1993)
El hombre de la mano seca (novela, RIL, 1992)
Una ave de prodigiosos colores (novela, RIL, 1993)
La Patria Golondrina (novela, RIL, 2003)
La alegría del pueblo (cuentos, Bravo y Allende, 2004)

Marras, Sergio (1950)
Por qué lloran los hombres (novela, Cuarto propio, 2003)

Matamala, Tito (1963)
Yo la amaba, pero eso no era lo más ridículo (cuentos, U. de Concepción, 1993.)
De cómo llegué a trabajar para Carlos Cardoen (novela, Grijalbo, 1996)
Historias del bar La Trivia (cuentos, Dolmen, 2002)
Hoy recuerdo la tarde en que le vendí mi alma al diablo:
(era miércoles y llovía elefantes) (novela, Mondadori, 1995)
Manual del buen bebedor (cuentos, Planeta, 1999)
Dos novelas breves. (Cuarto propio, 2003)
Diccionario del buen bebedor (Planeta, 2005)
Pubis y otras Obsesiones. (Catalonia, 2006)

Mellado, Marcelo (1955)
El huidor (la novela del arte) (novela, Ojo de buey, 1992)
El objetor (cuentos, Cuarto Propio, 1998)
La provincia (novela, Sudamericana, 2001)
Informe Tapia (novela, Calabaza del diablo, 2005)

Mihovilovich, Juan (1951)
La última condena (novela, Pehuén, 1983)
Sus desnudos pies sobre la nieve (novela, Mosquito, 1990)
El clasificador (Cuentos, Pehuén, 1992)
El ventanal de la desolación (cuentos, Marana Tha, 1989)

Mirando, Francisco (1962)
Perros agónicos (cuentos, LOM, 1994)

Montecino, Sonia (1954)
La revuelta (novela, Ornitorrinco, 1988)

Mujías, Javier (1960)
Cuando el Mapocho suena (novela, La Quinta Columna, 1989)

Muñoz Bravo, Elena
Antes de que se me olvide (novela, 2002)

Muñoz G, Fabiola (Santiago,1952)
Sinfonía Inconclusa (novela, Talleres Gráficos de Norprint, 1990)

Muñoz V., Diego (1956)
Nada ha terminado (cuentos, Obsidiana, 1984)
Todo el amor en sus ojos (novela,Mosquito, 1990)
Lugares secretos (cuentos, Mosquito, 1993)
Flores para un cyborg (novela, Mondadori, 1997)
Angeles y verdugos (cuentos, Mosquito, 2002)
Déjalo ser (cuentos, Fondo de Cultura Económica, 2003)
De monstruos y bellezas (cuentos, Mosquito, 20079

Neira, Hernán (1960)
Los viajes del Argonauta (novela, Mar del Plata, 1985)
A golpes de hacha y fuego (cuentos, Andrés Bello, 1995)
El sueño inconcluso (Planeta, 1999)

Negrete Orbea, Patricio (1952)
Brisas y huracanes (novela, Los libros del arcabuz, 1987)

Novoa, Marcelo (1964)
L.P. (cuentos, Trombo Azul. 1987)

Nuñez, Sergio (1960)
Dice sombras (cuentos, Tinta Negra.1987)

Ostornol, Antonio (1954)
Los recodos del silencio (novela, Aconcagua, 1981)
El obsesivo mundo de Benjamín (novela, Pomaire, 1982)
Los años de la serpiente (novela, Ornitorrinco, 1991)

Oyarzún, Pavel (1963)
El paso del diablo (novela, LOM, 2004)
San Román de la llanura (novela, Lom, 2006)

Palma, Rubén (1954)
Brevet til Danmark (Novela, Hjulet, 1989)
Møder med Danmark (Cuentos, Hjulet,1993)
Fra lufthavn til lufthavn (Cuentos, Hovedland ,2001)

Paredes, José (1951)
Los elegidos (novela, Documentas, 1990)
Para nunca olvidar (cuentos, Obsidiana, 1985)

Pascal, León (1964)
Carretón de nostalgias (cuentos, 1990)
Delirium : (cuentos con y sin droga) (cuentos, LOM, 2000)
Un miembro en reposo (novela, RIL, 1993)

Peña Muñoz, Manuel (1951)
Dorada locura (cuentos, El Observador de Quillota, 1978)
El Niño del Pasaje ( Andrés Bello,1989)
María Carlota y Millaqueo (cuentos, Andrés Bello, 1991)
El collar de perlas negras (novela, Universitaria, 1994)
Un ángel me sopló al oído (Susaeta, 1995)
Por qué lloran los sauces (Colina, 1995)
El niño del pasaje (novela, Andrés Bellos, 1997)
Mágico Sur (novela, SM, 1998)
La mujer de los labios rojos (cuentos, Casa de Luz, 2002)

Pérez Santiago, Omar (1953)
Malmö är Litet (novela, Skrivareförlaget i Skane, 1989)
La Novia de Borges (nouvelle, Foro Nórdico, 1991)
Memorias eróticas de un chileno en Suecia (cuentos, Foro Nórdico, 1992)
Negrito no me hagas mal (novela, Foro Nórdico, 2001)
Trompas de Falopio (novela, Foro Nórdico, 2002)
en colaboración con Gabriel Caldés

Pérez, Ricardo (1954)
En esa copia feliz del edén (novela, Foro Nórdico de Aura Latina, 1990)

Prado, Eugenia (1962)
Cierta femenina oscuridad (novela, Cuarto Propio, 1996)
El cofre (novela, Caja Negra, 1987)
Lóbulo (novela, Cuarto Propio, 1998)

Poblete, Verónica (1955)
Inopinadamente blanca y brilladoramente (novela, Documentas, 1987)

Riqueros, Silviana (1959)
La celda (novela, RIL, 1991)
Cabina telefónica (cuentos, RIL, 1996)

Rivas, Carolina (1961)
Para amarte mejor (cuentos, Mosquito, 1990)
Dama en el jardín (cuentos, Aguilar, 2001)

Rivera Letelier, Hernán (1950)
Cuentos breves y cuesco de brevas (1990)
La reina Isabel cantaba rancheras (novela, Planeta, 1994)
Himno del ángel parado en una pata (novela Planeta, 1996)
Fatamorgana del amor con banda de música (novela, Planeta, 1998)
Donde mueren los valientes (novela, Sudamericana, 2000)
Los trenes se van al Purgatorio (novela, Planeta, 2002)
Canción para caminar sobre las aguas (novela, Planeta, 2004)
El fantasista (novela, Alfaguara, 2007)
Romance del duende que me escribe novelas (novela, Seix Barral, 2005)
Santa María de las rosas negras (novela, Seix barral, 2002)

Rivera, Roberto (1950)
La Pradera Ortopédica (cuentos 1986)
A Fuego Eterno Condenados (novela, Balandro, 1994)
La Piedra azul (novela, Bravo y Allende, 2001)

Riveros, Patricio (1962-2005)
El gato, ese ser desprestigiado (cuentos, Pluma y Pincel, 1995)
Las habaneras no tenían calzones (cuentos, Cuarto Propio, 1999)
La mujer del cura Soto (novela, Cuarto Propio, 2002)
La dicha de ser un don nadie (Pluma y pincel,
Tarzán chileno perdido en Ámsterdam (Pluma y pincel, 1995)
El cuento del viejo piojento (cuentos, 1995)
El funeral de la felicidad (cuentos, Planeta, 1997)
La puerta chica más grande del mundo (Tinku, 2003)
El gallo que hizo dormir al día (Campvs, 2004)

Rodríguez, Gabriel (1951)
Hijos de la lluvia (novela, Documentas, 1988)

Rodríguez, Guillermo (1962)
Hacelmada, Campo de sangre (novela, LOM, 1991)

Rodríguez, Mili (1954)
Tentativas de amar a un monstruo (cuentos, El Conejo, 1987)
Amanece que no es poco (novela, Sudamericana, 1992)
Todos me amaban y ninguno me pagaba la luz (novela, Planeta, 19989

Rojas, Alejandra (1958)
Legítima Defensa (novela, Planeta, 1993)
Noches de estreno (novela, Planeta, 1994)
El beneficio de la duda (novela, Seix barral, 1997)
Stradivarius Penitente (novela, Ollero & Ramos, 1999)

Rojas, Mario (Santiago, 1951)
El tango de Edipo (novela, 1990)

Ruiz, Catalina (1957)
Descarriados (cuentos, Autoedición. 1986)

Ruiz, Octavio (1957)
El final de las Gutiérrez (novela, Babel, 1993)

Saldes, Sergio (1961)
Natalia y el loco del parque (novela)

Santa Cruz, Guadalupe (1952)
Cita capital (cuentos, Cuarto Propio, 1992)
El Contagio (novela, Cuarto Propio, 1997)
Salir (La balsa) (novela, Cuarto Propio, 1989)

Scherman Filer, Jorge (1955)
Por el ojo de la cerradura (novela, Cuarto Propio, 1999)
Sepúlveda San Martín, Ramón (1951)
Red Rock (cuentos, Documentas. 1991)
Eclipse (Cuarto Propio, 20059

Serrano, Marcela (1951)
Nosotras que nos queremos tanto (novela, Los Andes, 1991)
Para que no me olvides (novela, Los Andes, 1993)
Antigua vida mía (novela, Alfaguara, 1995)
El albergue de las mujeres tristes (novela, Alfaguara, 1997)
Nuestra señora de la soledad (novela, Alfaguara, 1999)
Un mundo raro (cuentos, Grijalbo, 2000)
Hasta siempre, mujercitas (novela, Planeta, 2004)
Madre que estás en el cielo (novela, Planeta, 2004)

Simonetti, Pablo (1961)
Madre que estás en los cielos (novela, Planeta, 2004)
La razón de los amantes (novela, Planeta, 2007)

Spotorno, Radomiro (1950)
El tesoro de la isla Mariposa (novela, Documentas, 1988)
La patrulla de Stalingrado (novela, Planeta, 1994)

Sutherland, Juan Pablo
Angeles negros (cuentos, Planeta, 1994)
Santo Roto (cuentos, LOM, 1999)

Tamayo, Luis Alberto (1960)
La Goleta Virgina (novela juvenil, EDB, 1998)
Ya es hora (cuentos, Sinfronteras, 1986)
Pequeña historia de la señorita X (novela, Fundación Chilena de Adopción, 2002)
Caballo loco, campeón del mundo (novela corta, EDB, 1998)

Tapia, Digna
Los muertos hablan como yo (novela, Cuarto Propio, 1992)
Las huellas de otros (cuentos, Ergo sumo, 1988)
Torrealba, Alfredo Emilio (1950)
Olor de fuego (cuentos, Eduardo Jarpa Editor. 1983)

Tótoro, Dauno
El buscador de ciudades (cuente, Cuarto Propio, 1995)
La sonrisa del Caimán (novela, LOM, 1999)

Valdovinos Toro, Mario (1950)
Para qué estamos con cuentos (Cuentos, Autoedición. 1988)
Guía de habitantes extraviados (cuentos, Autoedición. 1989)
Honor y Gloria a Bartolo (novela, Lámpara mágica, 2002)
Breviario de fantasmas (novela, Ril, 2005)

Valenzuela, Esteban (1964)
Pichilemu Blue (novela, Los Andes, 1993)
Matilde espera carta de Alemania (novela, Los Andes, 1994)

Vera López, Freddy (1952)
Relatos de un desaparecido de la Unión (novela, 1995)

Verdugo Fuentes, Waldemar (1952)
Libro de los Oficios (cuentos, Vogue, Ed. Lasser Press, 1994)

Vergara, Francisco (1958)
Agente encubierto (novela policial, Mosquito, 1997)

Fuente:
Escritores de la guerra. Vigencia de una generación de escritores chilenos.

Saturday, May 12, 2007

El libro de la Almohada de Sei Shônagon y la traducción de Sato


Al fin lo compré.

Un libro de excepción.

Es una literatura fragmentada, muy moderna, muy libre, como si fuera un blog. Efectivamente, como si fuera una muy actual y estética bitácora femenina de excelencia, en un estilo fugaz y muy poético y el uso de la ironía fresca, autosuficiente y libre. Un libro que, según me entero por el diario El Clarín, lleva vendido en Argentina 10 mil ejemplares.

Sostiene la traductora Amalia Sato (1954) en el prólogo, que el periodo Heian (794-1185) es la época clásica de la tardía literatura japonesa y las mujeres son las verdaderas protagonistas.

“El resultado lo constituyen dos extraordinarias obras en prosa: la primer novela japonesa Genji Monogatari (Romance de Genji), cuya autora es Murasaki Shikibu, y Makura no Soshi (El libro de la almohada) de Sei Shônagon. Ambas escritoras son las figuras más destacadas de un gineceo literario que no habría de repetirse.”

Sei Shônagon era una cortesana perteneciente a un estamento de damas, de servidoras de la emperatriz Sadako (976-1001) intelectualmente autovalentes. Sostiene Sato que Sei Shônagon murió anciana y en la pobreza.

Lean:

Cosas sin mérito:

Una persona fea de mal carácter

Cosas encantadoras:

El rostro de un niño dibujado en un melón.

Huevos de pato. También sus nidos.

La flor de clavel silvestre.

Cosas presuntuosas:

Un niño sin nada especial y que es consentido por la gente.

Toser

Cosas embarazosas:

El hombre que amamos está borracho y se pasa repitiendo las mismas cosas.


La edición de la editorial Adriana Hidalgo que yo he comprado en 15 mil pesos, (28 dólares, un escándalo en un país cuyos índices de lectura son desastrosos) sostiene ser la primera edición completa del libro. Hay una versión anterior con la traducción de Borges y Madame K.


Comparar traducciones. Vean ustedes mismos.

Así empieza el libro en la versión de Amalia Sato:

En primavera, el amanecer. Cuando al insinuarse la luz sobre las colinas, los contornos se tiñen de un pálido rojo y purpúreos jirones de nubes flotan sobre las cimas.

En verano, las noches. No sólo las de luna brillante sino también las oscuras, cuando las luciérnagas revolotean, y aun las de lluvia, tan bellas.

En otoño, el atardecer. Cuando el sol resplandeciente se hunde cerca de la ladera de las colinas y los cuervos el cielo en grupos de tres o cuatro o de a dos, de vuelta a sus nidos; o las garzas en bandada se dispersan en el cielo distante. Cuando se oculta el sol, el corazón se conmueve con el sonido del viento y el zumbido de los insectos.En invierno, las mañanas. Por cierto bellas cuando ha caído nieve durante la noche, pero espléndidas también cuando el suelo está blanco por la escarcha ; y, cuando no hay nieve ni escarcha y sólo hace mucho frío y las criadas corren de una habitación a otra atizando el fuego y cargando carbón, ¡qué bien se corresponde la escena con la índole de la estación! Pero al mediodía nadie se molesta por mantener los braseros encendidos y pronto sólo hay pilas de ceniza blanca.

Esta es la versión de Borges & Kodama publicada por Alianza Editorial:

En la primavera es el alba. Cuando la luz se desliza sobre las cumbres, sus perfiles se tiñen de rosado y hebras de neblina de púrpura se extienden sobre ellos.En el estío, lo más bello son las noches, no sólo cuando hay luna sino también en la oscuridad, cuando las luciérnagas vuelan de un lado a otro y hasta cuando llueve, ¡qué hermoso es todo!En el otoño, lo más bello son las tardes, cuando el sol resplandeciente se hunde cerca del filo de las cumbres y los grajos vuelven volando a sus nidos en bandadas de tres, de cuatro y de dos. Aún más encantadora es una línea de gansos salvajes como manchas en el cielo lejano. Cuando el sol se ha puesto, el corazón se conmueve con el rumor del viento y con el zumbido de los insectos.En el invierno, lo más bello es la alborada. Es muy bello, por cierto, cuando durante la noche ha nevado; pero es espléndido también cuando la tierra está blanca de escarcha. También es bello cuando no hay nieve o escarcha pero sólo hace mucho frío y los servidores se apresuran de habitación en habitación, atizando el fuego y trayendo carbón. ¡Cómo armoniza todo esto con la estación del año! Cuando se acerca el mediodía y el frío se ha cansado, nadie se toma el trabajo de mantener encendidos los braseros, y sólo quedan unos montones de ceniza blanca.


La foto es de la peli The pillow book de Peter Greenaway basada en el libro

Thursday, February 22, 2007

Disciplina del chateau: Dominique Aury


Dominique Aury (1907-1998) era una tímida. Por eso en 1954 publicó su novela La Historia de O con el seudonimo de Pauline Reage. La esclavitud sexual y cadenas, máscaras y látigos en refinada prosa. Aury a los 86 años reconoció que las fantasías de castillos, máscaras, látigos y cadenas eran de ella. De la obras de literatura calenturienta esta es alucinatoria.

“O” es intimada por su amante en el auto estacionado a sacarse la ropita.

Quítate el liguero y el slip.

“O” es introducida a una sociedad secreta donde usa un vestido con corset que le expone sus senos.

Hoy todo el mundo se pone fierritos en las orejas, labios, ombligos y genitales y los dark se tatuan a hierro candente. Pero O ya se había anillado la vulva, y se había quemado el nombre de su amante en 1954.

Guido Crepax tiene una inolvidable versión en comic de l'Histoire d'O , cuya primera edicion es el regalo que espero.

Yo Necesito Amar: Klaus Kinski



Vuelvo a recomendarles amablemente un libro lujurioso e intenso de verdad, Yo Necesito Amar, las memorias de un actor descarado, íntimo, exasperado, sexual, sórdido, provocador, insano y visceral, llamado Klaus Kinski (1926-1991).

Este legendario artista alemán no justificaba sus actuaciones en deslucidas obras de pacotilla. Al contrario, se autocalificaba de puto, por los incontables estereotipos en los que actuó por la vil plata. Odiaba a los grises de la industria del cine y demostró que era un actor pensante en algunas enormes películas, como las dirigidas por Werner Herzog, (Aguirre, la cólera del dios; Nosferatu, Fitzcarraldo, Woyzeck y Cobra Verde) en una confrontacional relación actor-director de amor-odio. "sucio bastardo, que no sabe nada de cine, todo lo rodé yo, no tiene nada de cultura, es un analfabeto", escribe Kinski de Herzog.

Kinski fue el padre cariñoso de una turbadora actriz de boca voluptuosa y ojos graves: Nastassja Kinski, mi alemana favorita.

Klaus Kinski era un volátil, de ego mayor, siempre desraizado que, según afirma, rechazó trabajar con Visconti, Pasolini, Russell, Eisenstein y Kurosawa, por problemas de dinero.Kinski se acostó con cientos de mujeres en lugares soñados: aviones, camarines y parques. En realidad, su autobiografía –con un estilo tenso- es una odisea con actrices, peluqueras, putas y sirvientas de faldas arremangadas, calzones empapados, coños y anos curiosos, incluyendo a la mujer del escritor Alberto Moravia y a la hija del dictador Idi Amin. El libro es un clásico de los devotos del underground, pues pocas biografías de actores célebres es tan primitiva, sexual y confesional como el libro de Kinski.Para Kinski, según sus memorias, la actuación fue un accidente, un modo de salir de la pobreza en la que vivió sus primeros años en Berlín.

Ven ustedes, el show business es otro modo de sobrevivir. “¿Que por qué soy una puta?” pregunta Kinski y responde: “¡Yo necesito amor! ¡Amor! ¡Continuamente!”

Un libro, creánme, sinceramente notable e iluminador.

Marilyn Monroe y la corrección política de Truman Capote

“¡Te conté esa vez que Errol Flynn sacó el aparato y tocó el piano con él. Bueno, fue hace cien años. Yo recién empezaba y fui a una fiesta tonta. Estaba Errol Flynn, muy contento consigo mismo. Aporreó las teclas. Tocó Eres mi rayo de sol ¡Cristo!”

Ese tipo de chismes sobre el actor bebedor y mujeriego de Errol Flynn, (“Me gusta el whisky viejo y las mujeres jóvenes”) le contaba la emperadora de la sensualidad, la afrodita, diosa del amor y la belleza, Marilyn Monroe, a Truman Capote.

Según Capote.

Según Truman Capote, pues todo eso lo escribió Capote muchos años después, muchos años después del 5 de agosto de 1962, el día que Marilyn estuviera bien muerta en su tumba del lado norte del Westwood Village Memorial Park Cemetery de Los Angeles.

(Lo de su tumba es un decir. Todos sabemos que ella pervive en un nicho, en el nicho helado en que un hombre, Joe DiMaggio, la puso. El nicho 33 que, según dice la publicidad, es la más visitada del cementerio. En el funeral el ministro leyó el salmo ¡Te alabo porque soy una creación admirable!)

Yo había leído comentarios sobre este retrato de Marilyn Monroe y esa curiosidad me picaba. El texto está incluido en el libro de ensayos de Capote, publicado en 1980, Música para camaleones. Son 16 páginas de dialogo entre la Monroe y Capote mientras van al funeral de una amiga en común. El libro de bolsillo es publicado recién por Sudamericana, enero 2007, que lo hace la mitad más barato. Ahora el libro está a 4000 pesos chilenos (7 dólares), y con la rebaja de la librería del Fondo de cultura económica del paseo Bulnes, lo compré a 3600.

(Así, sí, libreros: un libro no debe costar más que una entrada al cine.¡Ven que se puede!)

Me he pasado un grato fin de semana estival leyendo el libro, y entre medio veo la película Capote, juego a la pelota con mi hija Antonia, ceno pescado frito y bebo vino arreglado con frutillas.

El libro tiene tres partes, la primera contiene seis piezas, la segunda es una nouvelle policial titulada Ataudes Tallados A Mano . En la tercera parte, Conversaciones Y Retratos, donde Capote escribió la semblanza de Marilyn Monroe. La conversación entre Monroe y Capote, es recreada de modo excepcional por Capote y es divertida y chismosa, y tiene una narrativa precisa:

Hablamos de cómo nos gustaba Nueva York y de cuánto aborrecíamos Los Ángeles. “Aunque nací ahí, no se me ocurre nada bueno que decir de Los Ángeles. Si cierro los ojos, y me imagino Los Ángeles , todo lo que veo es una gran várice”. Hablamos de actores y actuaciones. “Todos dicen que no sé actuar. Decían los mismo de Elizabeth Taylor. Y se equivocaron. Estuvo magnífica en Ambiciones que matan. A mí nunca me darán el papel apropiado, algo que realmente quiera hacer. No me ayuda el aspecto físico. Demasiado específico”; hablamos un poco de Elizabeth Taylor; quería saber si yo la conocía, y le dije que sí, y ella dijo bueno, cómo es, cómo es en realidad, y yo dije bueno, es algo parecida a ti, es muy franca y dice cualquier cosa, y Marilyn dijo vete a la mierda y me dijo bueno, si alguien me preguntara cómo era Marilyn Monroe en realidad, qué diría, y le dije que tenía que pensarlo.

Al final del relato, Truman Capote, que bien conocía el gusto de las masas por la corrección política, (esas chusmas que viven del pelambre jet setero, el llamado mercadeo de masas,) termina el texto dejando bien puesta a la Monroe.

MARILYN: Recuerda, te dije que si alguna vez te preguntaran cómo era yo. Cómo era, en realidad Marilyn Monroe, ¿cómo contestarías esa pregunta? (Su tono era juguetón, burlón, sin embargo sincero al mismo tiempo: quería una respuesta honesta). Apuesto que dirías que era una palurda.

TRUMAN CAPOTE: Por supuesto, pero también les diría...(Ya se iba la luz. Ella parecía desvanecerse con la claridad, mezclarse con el cielo y las nubes, retroceder y ocultarse detrás. Yo quería alzar la voz por encima de los gritos de las gaviotas y preguntarle: “Marilyn, Marilyn, ¿por qué todo tuvo que salir así? ¿por qué es una mierda esta vida?”)

TRUMAN CAPOTE: Yo diría...

MARILYN No te oigo.

TRUMAN CAPOTE:: Diría que eres una hermosa niña.

Sunday, November 19, 2006

Informe Tapia de Marcelo Mellado

El libro Informe Tapia editado por Calabaza del Diablo se presentó en diciembre del 2004 en uno de esos gratos bolichines del barrio Bellavista, cuyo nombre recordar no puedo. No había mucha gente. Familiares y amigos del escritor.
Patricio Fernández presenta el libro coloquialmente y es efectivo. Con su corta exposición logra que el libro me llame la atención. También me llama la curiosidad el despliegue de su autor, Marcelo Mellado. Habla con afecto de un bolchevique que se reconvirtió al arte y, desde un club de rayuela de San Antonio, recicla un sindicato de ferroviarios en un centro cultural. Ha nacido un "gestor cultural".En el escenario se mueven ex - bolcheviques que descubren, aprovechan y canalizan recursos culturales comunales o estatales. Pronto se dan cuenta que esos aparatos comunales de la cultura son aparatos de dominación, según la jerga de una izquierda (de una izquierda que leyó a la señora Marta Harnecker, pupila del estructuralismo francés, tipo Althussser).
Omar Badilla o Padilla o Ladilla (no está claro) ofrece una cartografía cultural y se replantea la reconversión cultural, y funda la Asociación de Poetas de la Cuenca del Maipo y esa corporación sostiene un alucinado jaleo con los Poetas de la cuenca del Maule. El mejor aliado de Badilla (o Padilla o Ladilla) es Carrasco, coordinador del festival de rancheras de San Antonio, dirigente de un importante club de rayuela de San Antonio, y cuyo lugar preferido de encuentro es el bebedero Los Puchos Lacios.
Estos, a falta de mejores adversarios, establecen un forcejeo con el Aparato Oficial-Institucional, ubicado en una oficina de la Torre Omnioceánica, que coordinada con el aparato central de la gobernación y el Departamento de cultura municipal, manejado por un tal Vega, Vera, Varas o Vargas (tampoco está claro).
La malla estructuralista está siempre presente en esta novela, novela paródica, ya se habrán dado cuenta. El libro se puede leer como una delirante paranoia colectiva, como ajuste de cuentas con los aparatos de la cultura creados por la Concertación, que en la novela se los inculpa de servidores del amiguismo o como una forma de controlar o de amansar el pensamiento, uno delos males que corrompe la calidad y la crítica. La novela identifica a una nueva clase media en el poder (“operadores del partido” reciclados en "agentes culturales del Estado" o "gestores culturales", o "animadores culturales").
Por un lado.
Y por el otro, dirigentes sociales huérfanos de base social y que se metamorfosean en "actores culturales" y cuyos requisitos son la astucia y el codazo - a saber: la falta de méritos. Ambos se potencian, por arriba y por abajo. Todo se municipaliza con una mentalidad utilitarista que reduce el arte al papel de ornamento alcaldicio.Ya ven, la novela no deja de tener su trasfondo corrosivo.
Los artículos del hermano de Marcelo Mellado, Justo Pastor Mellado, pareciera que dicen en serio, y con una densidad algo malgastada, lo que su hermano, el escritor, dice en forma de carnaval y de chiste (y de hueveo, claro). Justo Pastor habla en sus artículos de la municipalización y la fondartinzación de la cultura, y critica al "nuevo gestor orgánico" de la Concertación por el mal gusto y la mentalidad utilitaria. Haber leído a Justo Pastor -aunque a medias- me aclara un cierto malditismo intelectual de trasfondo en la novela de su hermano.
Quizás no debería yo leer la novela de Marcelo Mellado como una cuestión familiar, como una tesis familiar. O no debería yo insinuar que los artículos de Justo Pastor son la película en negativo de la novela de Marcelo. Quizás se me cuestionará esos intentos de unir hermanos con hermanos en una común aventura intelectual.
Quizás. Pero tengo una inicua tendencia -tendencia incómoda- a relacionar lecturas como me da la gana. Y con esto deseo decir que detrás de la novela Informe Tapia hay consistente reflexión crítica.Puedo decir algo más exagerado: Los Mellado son, en otra plataforma, continuadores de la tradición de los Cultural Studies, estudios multidisciplinarios sobre lo precarios, lo pueriles, lo banales y lo miserables que somos los chilenos de esta época, esta era de "globalización" económica.Y sus resultados: no tenemos lazos comunes de convivencia.
Como puede notarse, la novela también puede leerse como la repercusión de la crisis de la izquierda. También cuestiona la noción de "sociedad civil" como un aparente lugar de la diversidad y la diferencia. Es una crítica a los usos y abusos del concepto "sociedad civil", un terreno idealizado, donde pululan, según cuenta la novela, los pillines, los mentirosos, los cuenteros que piensan ya sólo el arte como beneficio y no como uso. O mejor dicho: el arte les da lo mismo.
Mellado, de nombre Marcelo, de ese modo, ha ido constituyendo una particular y necesaria novelística, donde se discute, a su modo también, la función política de la cultura, algo que hoy en este país resulta tan particular como difícil.
Como no éramos muchos en la presentación de la novela, el editor de La Calabaza del Diablo, Marcelo Montecinos, colocó amablemente en la mesa de la barra unos tragos que bebimos con José María Memet. Según recuerdo, salimos luego un tanto, un cachito alumbrados del bar, cuyo nombre, miren lo que son las cosas, recordar hoy no puedo.

Friday, November 03, 2006

Hernán Rivera Letelier, Antonio Gil, Rodrigo Atria, Jorge Marchant L, Juanita Gallardo: Novelas históricas


En Santa María de las flores negras, (2002) Hernán Rivera Letelier muestra a unos mineros que marchan por el desierto atacameño, siguiendo la huella del tren, junto a sus familias. Quieren lograr que sus voces sean escuchadas, que se les de un trato digno, ojalá humano, que se les permita alimentar a sus familias y educar a sus hijos, que se les pague un sueldo justo y en moneda de valor comercial. Pero, como ha ocurrido muy comúnmente, el gobierno valora más a los dueños de las empresas salitreras, ingleses y norteamericanos, que a los pampinos. Ya lo sabemos, fueron exterminados.

El Norte chileno se inventó con la explotación del salitre. Antes no lo habitaba nadie (estoy exagerando: lo habitaban unas 2000 almas sueltas). Todo nortino tiene un abuelo, (sus raíces), en las salitreras. Así las cosas, es fácil, para un nortino, emocionarse, con las historias de su origen. Hable de calicheras, casas de calaminas y oficinas salitreras y verá usted que, con razón, se les ablanda el corazón. Eso es lo que hace Rivera Letelier. Se sostiene en la popular leyenda. De los mineros en procesión bajando desde las salitreras hasta la Escuela Santa María, menciona a un mítico Luis Emilio Recabarren, y amores románticos. Entonces, les aseguro que ese relato simple, es muy eficaz para un nortino. Es la leyenda-mito acrítica, idealizada y sin distancia, actuada por estereotipos.

En cambio, la novela de Juanita Gallardo, Herencia de fuego, en lugar de afirmarse en un mito, lo desmitifica. Este es la leyenda de la Quintrala (1604-1665). Benjamín Vicuña Mackenna publicó, en 1877, su ensayo Los Lisperguer y la Quintrala. y construye el mito de la Quintrala lasciva y voluptuosa, sacrílega y monstruosa mata hombres. Mercedes Valdivieso (1924-1993) ofreció la reinterpretación del mito en la novela Maldita yo entre todas las mujeres, escrita en castellano antiguo. Ahora Juanita Gallardo, desde la vida de Agueda Flores, la abuela de la Quintrala, discute el mito, con efectismo dramático. Es una novela documentada y crítica. Fuerte, culta, lúcida, sexual, pasional, inteligente, calculadora, poderosa y brillante, visionaria y dominante, así aparece ahora Águeda Flores, la abuela de la Quintrala. Ese es el linaje de la Quintrala, según Gallardo. Gallardo, nos hace creer, de modo encantador, que nuestras taras actuales (nuestra hipocresía, nuestro espíritu traicionero, Nuestra falta de identidad, el modo en cómo encubrimos nuestro pasado) están incorporado en nuestro ADN chilensis. Es decir, están en la Colonia, en Santiago del Nuevo extremo, guiños que aumentan el placer de la lectura.Gallardo había publicado dos novelas históricas, Balmaceda : sus últimos días, (1991) y Déjame que te cuente, (1997) novela sobre los amores de Bernardo O'Higgins con Rosario Puga.

Jorge Marchant Lazcano inició la generación del 87 con la publicación de la interesante y taquillera novela Beatriz Ovalle en la que incorpora –como un collage- elementos Pop, al estilo de Cabrera Infante o Puig, con humor e ironía. Ahora ha publicado La joven de blanco. Marchant tampoco mantiene un mito, pero tampoco lo desmitifica. Lo que hace es jugar con un mito.

En 1866, el pintor norteamericano James Whistler de 32 años deja Londres para viajar de incógnito al puerto de Valparaíso. En un tren conoce a Rosa Policarpo, una joven que le trueca el libro Las Hijas de María por un daguerrotipo. Ahí comienza una novela dentro de una novela. El 8 de diciembre de 1863, día de la Inmaculada Concepción, se incendió en Santiago la Iglesia de la Compañía. Dos mil personas murieron. El libro nos incorporará a unas insidiosas relaciones entre hermanas y criadas donde aparecerán las acusaciones y las deslices de las bienaventuradas santiaguinas. Es la novela del erotismo de las benditas, la vida interna de las beatas, en la que se mezcla la ficción con la realidad. Esto es, qué duda cabe, muy posmo.
Rodrigo Atria tiene un lindo título para una novela histórica, Coplas de Sangre (1998) tres mil mapuches pelones amenazan con atacar a la capital (en realidad, 300 viviendas de barro y paja, con cinco mil almas, entre los dos brazos del río, junto a un cerro que los indios llaman Welén, por dolor). El año 1969 llegó un Capitán español con 400 hombres y dio la orden de confiar, a los desconfiados santiaguinos. Un día matan a un español y el Alcalde –para provocar escarmiento entre los indios- detiene a dos indios y los hace confesar. El curo se opone verbalmente a la vendetta y el escribano Dámaso Alcanáz llega a su casa y escribe unas coplas relatando el hecho. Esas coplas lo inculparán. Un día una banda lo golpea en la noche. Allí, el escribano verá la mordaza y el grillete. La política y la comunicación son los dos temas que se cruzan en esta novela lineal y sin mayores sobresaltos, al estilo de la novela decimonónica, tal como se usa.

Antonio Gil ha publicado las novelas históricas Hijo de mí es un racconto especial y espacial de la vida de Almagro) Cosa mentale (una obra alrededor del pintor peruano Jose Gil de Castro, el Mulato Gil y ahora Gil nos sorprende con Mezquina memoria que trata sobre Alonso de Ercilla, autor de La Araucana, poeta y paje de Felipe 11, enviado a la guerra de Arauco con la misión de contársela a la corte.Antonio Gil escribe pensando en crear lenguaje nuevo, para ultra descifradores que se divierten al descubrir nuevas/viejas palabras cerca al barroco americano de Juana Inés de la Cruz o de Lezama Lima, el desplazamiento entre el monólogo y la descripción, la fragmentación narrativa en varias voces, la ruptura de la ilusión realista . Y la sensación, la temible y certera sensación en esta época de olvido, que nuestra vida está construída por esos antecedentes, un Chile anterior, un espacio cultural religioso y mágico que está subterráneo. Un Chile duro y austero, un Chile profundo, una identidad descubierta en rincones oscuros de nuestra historia y una costumbre sana descubrir que el tiempo no es lineal. No tengo ninguna duda, Antonio Gil es un fino escritor chileno.

(Publicado en el libro Escritores de la Guerra, Foro Nórdico, 2004)

Saturday, October 21, 2006

Germán Marín: Neocriollismo encriptado

La primera novela de la trilogía de Germán Marín (n. 1934), Círculo Vicioso (1994), consta, en los hechos, de tres partes o segmentos: un diario de vida, unas notas a pie de página y la novela en sí.

LA BITACORA EMPIEZA el día 7 de febrero de 1980 hasta el día 5 de agosto de 1983. Son notas de un solitario chileno exiliado en Barcelona, un ermitaño compatriota, malas pulgas, sin humor, pagado de sí mismo, editor que intercala notas en la novela sobre su exigua y rutinaria vida y sus disgregaciones literarias.Ejemplos:"1980, 7 de febreroLa canción nazi Schön ist das Leben, cuyo título, traducido, significa Hermosa es la vida""17 de junioAcabo de terminar de leer, bajo los primeros calores del verano mediterráneo, una novela chilena publicada tiempo atrás, tan falsa como los dientes postizos del locutor de televisión.""29 de junioLa única casa en el exilio es la mente"
LAS NOTAS A PIE DE PÁGINAS son colocadas al final de cada uno de los cinco capítulos en que sobre explica personajes, lugares o hechos de la novela. Son 46 páginas de notas, más del 10 % del libro. Un ejemplo es este comentario sobre el cometa Haley:"19) El famoso cometa hizo su reaparición en febrero de 1910 y, como se sabe, vuelve a divisarse cada setenta y seis años."
LA TERCERA PARTE ES LA NOVELA propiamente tal donde el narrador, Raúl Marín, le cuenta a su hijo Germán Marín sobre sus raíces mestizas de genoveses y temuquenses mientras inserta referencias literarias, fuentes, sugerencias o consultas.Ejemplos:"Fuente: Luis Duran, Frontera" o"Fuente: Augusto D´Halmar, Recuerdos olvidados" o" Consultar. Lutz Winckler, La función social del lenguaje fascista" o"Fuente: Adolphe Bavaria, De Boucher a Renoir".También le agrega al texto comentarios sobre caminos a seguir en la novela.
¿QUÉ RESULTA DE ESTA MIXTURA?Es obvio que el libro ambiciona ganar por nock out, no por juego de piernas o de cinturas. El libro desea hacernos sentir el espesor intelectual. Pero, los pies de páginas -colocados al final de cada capítulo-, importunan la lectura, al igual que las interrupciones, los agregados, las adiciones informativas.
ESTA PERCEPCIÓN NO ES NUEVA. Ni es sólo mía. Ya lo dijeron los críticos hace más de 10 años:"En todo caso, es necesario decirlo, a pesar de su temática y la ubicación espaciotemporal del relato principal (años veinte), no es un texto de fácil acceso;"Eduardo Guerrero, La Segunda 1995)O Filebo en las Ultimas Noticias en 1995: "Reconocemos haber hecho mil rodeos en torno al libro antes de encararnos con su materia, que, por de pronto, no es una sola"Difícil acceso y mil rodeos.
¿DE QUÉ TRATA ESTA NOVELA ENCRIPTADA?
Un padre, Raúl Marín le cuenta a su hijo, Germán Marín Sessa, sobre su vida familiar antes de que él naciera. La familia Marín vivía en un fundo de Carahue, y endeudados se lo venden al latifundista vecino, Alberto Etchegaray. Así mueren sus padres en unos hoteluchos. Es el fin de la familia Marín. Es el periplo que transcurre desde comienzo del siglo xx hasta 1934.Por otro lado, los Sessa llegan a Buenos Aires y luego se van a vivir a la comuna de Independencia del norte de Santiago, donde mantienen un almacén. Raúl Marín se casa con la hija de los italianos, Elvira Sessa. Así nace Germán Marín Sessa en 1934.
¿QUIÉN ES ESTE RAÚL MARÍN, narrador en primera persona, con ambiciones de omnisciente?
Un mataindios, violador de su esposa, un tipo hosco y pesado de sangre, machista, prejuicioso y misógino. Un oblicuo y formal pueblerino tímido pero rígido, acomplejado pero con cierta ambición de grandeza, falto de humor y carente de risa franca.
CÍRCULO VICIOSO tiene vallas, es descriptivo, de tono autobiográfico, con pocas anécdotas de excepción y, además, el narrador no genera empatía. Círculo vicioso parece un reflujo del criollismo, es un círculo que vuelve a la épica de la novela criollista, y su anhelo de convertir la "chilenidad", en un registro de identidad. Al igual que en el viejo criollismo, este neocriollismo subraya el mestizaje, la localidad sobre el origen, la posicionalidad socio-política sobre el linaje. Esta novela es un Proyecto País, como decían los siúticos en los años 90, un proyecto para perfilar una Identidad Nacional clasemediera. Es decir, la novela intenta ser un destino y la voz de una sociedad civil ausente. De ahí, quizás, su tono serio. (Aquí nada se toma para el hueveo). El narrador, Don Raúl Marín, ahogado por el ambiente, por su carácter mimético recuerda su familia con realismo duro, seco, asceta.
ES CIERTO, MUY CIERTO, que en Chile se evita la memoria (también creo que en Argentina, en América Latina, en Europa, en fin, en el mundo). Pero, no ayuda a la memoria que un novelista la encripte.Es verdad que Marín con sus notas a pie de página, citas textuales, su alter ego/editor, la fragmentariedad y la mezcla de géneros ha logrado convencer a algunos de que eso le da profundidad a la novela. La novela tiene volumen, ambición, lucidez, cultura y atrevimiento. Pero eso lo han confundido con profundidad.
YO NO RESCATO los agotadores pies de página y las cándidas invitaciones de lecturas. Yo rescato los pasajes mejor novelados. Por ejemplo, la tarde en que Raúl Marín remata gratuitamente a un mapuche, a quien primeramente le había pegado un escopetazo por inexcusable error. Valoro también el pasaje cuando más tarde, el mismo Raúl Marín se encuentra por casualidad con Victoria Olea -ex dama de compañía de su madre- y al llegar a su casa en Domeyko, cerca del Parque Cousiño, descubre que la amiga de su madre se ha convertido en la Madame de un notable burdel.Esos dos pasajes nos aclaran mejor la violencia gratuita y la hipocresía de nuestra "bonita" identidad, que todas las notas a pie de páginas y sugerencias de lecturas.